Sin duda, 2006 es el año de las cremaciones en el cementerio granadino de San José. El 40% de los fallecidos eligió esta variante, frente al 35% de 2005. «Es un crecimiento significativo», de hasta nueve puntos en apenas dos años (en 2004 era el 31%), valora el gerente de Emucesa, José Antonio Muñoz.

Un nuevo horno

Al día se registran 3,5 entierros y 2,5 incineraciones, dos alternativas cada vez más igualadas. La previsión del campo santo es que sigan subiendo las cremaciones, de ahí que se haya encargado un segundo horno para garantizar la demanda en un futuro.

Pero el cementerio también piensa en innovar. Lo último en recuerdos son los colgantes con cenizas. Los habrá de oro y brillantes o de cuero y plata, y costarán entre 550 y 60 euros. Podremos comprarlos a partir de enero.

Por otra parte, y con motivo de la celebración del Día de Todos los Santos, Rober ha reforzado el transporte público, al tiempo que seis agentes locales regulan el tráfico para evitar problemas en los accesos al camposanto.

Día de los difuntos

Líneas 13, 30 y 32: Salen de Puerta Real y plaza Nueva cada cinco-diez minutos.

Horario: El cementerio abre de 9.00 a 18.30 horas.

Escaleristas: Hasta las 18 h. Cobran cinco euros.

«El duelo se supera llorando»

Perder a un ser querido no es un lance fácil. Y menos en nuestros días, con una vida cada vez más rápida y alejada de los ritos funerarios. Según Rosa Melchor, psicóloga experta en terapias de duelo del Teléfono de la Esperanza de Granada, «el duelo se supera llorando y hablándolo, que es lo más difícil actualmente».

Por eso, esta organización ha puesto en marcha en Granada un taller gratuito para ayudarle a superar la muerte de un ser querido. También han creado un decálogo con consejos para que usted mismo detecte si ha superado o no esa pérdida traumática.

«Lo normal es que el duelo dure un año, aunque depende de la pérdida. La muerte un hijo, por ejemplo, es la más difícil de superar, por ser antinatural»,  explica esta psicóloga, para quien la pérdida de los ritos funerarios y de acudir al cementerio perjudica la aceptación de la muerte. «Ver físicamente al muerto ayuda a aceptar que ya no está», añade Melchor.

Abrumar con actividades para llenar el tiempo del que sufre, en lugar de escucharle, es otro error frecuente. Más información sobre estas charlas en el teléfono 958 26 15 16.