La víctima, que padecía una enfermedad pulmonar crónica, llamó por primera vez a las 20.36 horas y comentó que sentía debilidad al levantarse y una especie de hormigueo en las piernas. Según alega el 061, el aviso no se clasificó como emergencia, pues el enfermo hablaba con «voz entera» y los antecedentes de su enfermedad no hacían sospechar de que se trataba de una urgencia. Una hora después volvió a llamar para advertir que no había acudido ningún médico a verlo. Pero no fue hasta las 00.15 horas, casi cuatro horas después de la primera llamada, cuando los sanitarios acudieron a su domicilio. Nadie abrió y, al entrar, encontraron el cadáver del hombre en el sofá.