Se trata de Parques Reunidos, empresa propietaria del Parque de Atracciones y del Zoo de Madrid. Un fuerte grupo empresarial que espera facturar este año unos 160 millones de euros con los 22 complejos de ocio que gestiona repartidos por Europa y Suramérica.

Los libros de cuentas de Isla Mágica reflejan que a lo largo de sus ya casi diez años de vida (el parque temático sevillano cumple una década el año que viene), ambas entidades financieras sevillanas se han gastado en Isla Mágica la friolera de más de 12 millones de euros, y eso que casi desde el principio buscan un comprador que se quede con el espacio de ocio. Pero ahora es, por fin, mucho más fácil.

Recién lavado y peinado

Las millonarias deudas que acumulaba Isla Mágica se han limpiado tras un proceso de suspensión de pagos. Además, los ingresos generados por venta de entradas, refrescos... son suficientes para afrontar los gastos de operación del parque. Si se suma la posibilidad ya cierta (tras la aprobación del PGOU) de construir más de 50.000 metros cuadrados con espacios comerciales, restaurantes, hoteles... junto al parque, no es de extrañar que la operación de venta esté a punto de cerrarse.

La guinda para el pastel del parque

El suelo que controla Isla Mágica en la Cartuja es mucho mayor que el que ocupa. Tiene cedidos hasta el año 2025 los Jardines del Guadalquivir, el Pabellón del Futuro y el canal y el espacio que ocuparon los pabellones autonómicos. Su idea es devolver la parte que no utiliza hasta el Pabellón de la Navegación y a cambio obtener ya una ampliación del tiempo de su concesión. Con eso, y con más de 50.000 metros para construir, el comprador tendría un buen negocio asegurado.