El refuerzo es anterior al incidente referido ya que, según fuentes de Renfe, «hay problemas históricos» en la línea que lleva a Sant Celoni, donde bajan los jóvenes del área metropolitana que van a la discoteca Pont Aeri.

Los problemas de botellón en el tren también requirieron durante una época el refuerzo de la seguridad en la línea 4, que lleva a las zonas de fiesta de Sabadell. En cambio, otra de las tradicionales zonas calientes, la estación de Mataró, ha experimentado una mejora, según Renfe.

Esquivan al vigilante

20 minutos comprobó durante la noche del sábado cómo en el tren a Sant Celoni un grupo de unos 20 jóvenes no dejaba de pasarse las botellas hasta la aparición de un intimidatorio grupo de agentes de seguridad. En otro tren, en dirección contraria, jóvenes del Vallès llevaban sus propios vasos de plástico para hacer sus combinados: «Es más barato, y así aprovechamos el tiempo».

En el transporte se avanza o alarga la fiesta en las discotecas. Para prever conflictos entre los numerosos jóvenes agolpados en las estaciones, Renfe destina agentes privados que «fluctúan según las zonas de moda» y que están en contacto con los Mossos d’Esquadra por si éstos han de actuar.

Dispositivos a veces insuficientes

Los Mossos han de intervenir en algunos conflictos generados en Cercanías en las noches de sábado, debido a que éstos se generan entre grupos numerosos de jóvenes que hacen insuficiente el dispositivo privado. Si la conflictividad no es puntual y se repite, los responsables de las estaciones implicadas son los que ponen en aviso al Departamento de Seguridad de Renfe.

«Nosotras intentamos no molestar»

Los usuarios que comparten vagón con los botelloneros denuncian la situación. Conxi del Campo, usuaria de la línea 2 de Cercanías, asegura que las noches del fin de semana sufre el botellón y el humo de sus porros. Del Campo denuncia que no hay vigilantes. Mónica, una de las jóvenes que el sábado realizaba botellón discretamente en un vagón medio vacío de la línea 4, reconocía que algunos viajeros se pueden sentir molestos, pero aseguraba: «Intentamos no molestar».