La trama se centra en una joven americana estudiante de periodismo que recibe una jugosa primicia (significado de scoop). Una fuente le indica la presunta identidad de un mediático asesino en serie que tiene atemorizada a la población femenina de Londres. El problema es que su informador no está en este mundo: vamos, que está muerto. Con esa premisa, y con la ayuda de un ilusionista de tres al cuarto, la joven comienza una exhaustiva investigación para destapar la verdad.

Entre tantas coincidencias con su carrera anterior, Woody Allen presenta una novedad. Su gusto por contar con nuevos actores en su filmografía le ha llevado a convertir al australiano Hugh Jackman en un perfecto caballero británico.

Johansson y Jackman

Lejos de sus personajes de acción en la saga de X-Men, Hugh Jackman se convierte aquí en un educado gentleman sospechoso de un asesinato investigado por Scarlett Johansson. Ambos se han vuelto a encontrar en The Prestige (aún sin estrenar), lo último del director de Memento, Christopher Nolan.

* Reino Unido, 2006. Dir.: Woody Allen. Int.: Woody Allen, Hugh Jackman, Scarlett Johansson. Dur.: 96 min.

Delitos con humor

Woody Allen siempre ha mostrado predilección por narrar historias de delincuentes y policías. Ya lo hizo en Toma el dinero y corre, en 1969. Pero es a partir de los noventa cuando dedica más tiempo a este cine. Películas como Misterioso asesinato en Manhattan (1993) mantienen esta línea. Después vendrían Granujas de medio pelo (2000) o La maldición del escorpión de jade (2001).