El presidente del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), Fernando Miranda, ha augurado este jueves "una lucha muy fuerte" entre los Estados miembros de la UE para acordar la reforma de la Política Agraria Común (PAC), si bien espera que se alcance un consenso "al final del primer semestre de 2013", y consideraría "excelente para España, dadas las circunstancias", que éste contemplase la "congelación" de las ayudas directas para el tramo 2014-2020 al nivel del año 2013, como, según ha apuntado, contemplaba la propuesta inicial de la Comisión Europea, de forma que los agricultores siguieran cobrando lo mismo que en 2013 los siguientes siete años.

Según Miranda, un acuerdo en esos términos beneficiaría a España, que incluso "recibiría un poco más" gracias a las transferencias de fondos diseñada por la convergencia de las ayudas directas entre Estados miembros.

"Si se pusiera esa propuesta sobre la mesa, firmábamos ya", ha adelantado el presidente del FEGA en una rueda de prensa enmarcada en la XVII edición de la Conferencia Agrícola organizada por Barclays en Sevilla, en la que Miranda ha abordado la situación de las negociaciones ante la reforma de la PAC en el marco del debate presupuestario de la UE, que, según ha precisado, "va un paso por delante" y se encuentra "al más alto nivel".

Las posturas entre Estados en las discusiones de las cuentas de los Veintisiete están "muy enconadas", según ha reconocido, entre los países "amigos de la austeridad" —grupo en el que incluye a Finlandia, Dinamarca y Austria, y que son partidarios de una "reducción global de 100.000 millones en el conjunto del presupuesto comunitario", que asciende "a un billón de euros" para el tramo 2014-2020, lo que implicaría "tocar todas las partidas", también las agrarias—, y los países "amigos de la PAC", en cuyo "núcleo duro" se sitúa España, que "intentan que los importes no se reduzcan" para materias como la agricultura.

"Hasta que no se cierren las perspectivas financieras para el tramo 2014-2020", es decir, hasta que no se conozca el montante del presupuesto comunitario, ha explicado el máximo representante del FEGA —el organismo encargado de mantener las relaciones con la UE para poner a disposición del sector agrario español las ayudas y recursos dispuestos por la PAC—, no se podrán tomar decisiones en relación a la reforma de la PAC, que "no será la misma" en función de que las cuentas sumen unas cifras u otras.

Así las cosas, Miranda se ha mostrado confiado en que los Estados alcancen un acuerdo en relación al presupuesto "a principios de 2013", lo que permitiría que las negociaciones de la reforma de la PAC entraran "en su fase álgida, con propuestas de acuerdo a nivel de ministros", que podría culminar, según ha pronosticado, "a finales del primer semestre" del próximo año, de forma que el nuevo modelo entraría en vigor "a partir de 2015".

De esta manera, el acuerdo se produciría en el marco de la presidencia irlandesa de la UE, que se inicia a comienzos de 2013, y que, en opinión del presidente del FEGA, puede beneficiar a España dada la "sensibilidad agraria" que, a su juicio, caracteriza a la República de Irlanda, que es un país "defensor de la PAC", y con el que España, al igual que Francia, mantiene una "alianza para defender y proteger" dicha reforma y que ésta "se adapte a los intereses del sector agrícola español", unos lazos que estos países pretenden extender también a otros Estados "como Italia o Portugal".

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Favor de la convergencia externa

Respecto a la situación actual del debate de la reforma de la PAC, Miranda ha señalado que éste se centra actualmente en el concepto de convergencia de las ayudas directas entre Estados, es decir, en la redistribución de fondos entre países, y en la "regionalización" de las ayudas.

El presidente del FEGA ha recordado que la convergencia de ayudas directas entre Estados miembros propuesta por la Comisión pasa por que los países que reciben ayudas por encima de la media transfieran a los que se encuentran "por debajo del 90 por ciento" —como es el caso de España—, un tercio de dicha diferencia, de ahí que "cuanta más convergencia se acuerde, mejor para España", que podría recibir, según ha especificado, un total de 83 millones de euros al año gracias a esa circunstancia a partir de 2018, y un total de 217 millones de euros en todo el periodo financiero.

Por el contrario, Miranda ha mostrado su oposición a la propuesta de regionalización que se contempla, es decir, de "dar las mismas ayudas por hectárea a los agricultores que estén en una misma región", que podría dar lugar a "trasvases significativos de ayudas entre territorios, sectores e individuos", frente a lo que España propone, "como Irlanda, Portugal o Italia", un "modelo de aproximación de ayudas en el que se pueda limitar las pérdidas y las ganancias", de forma que se pudiera "dar certidumbre a los beneficiarios de que nadie va a perder más de una determinada cantidad".

Respecto al porcentaje de las ayudas directas destinado al componente verde —conocido como 'grenning'—, Miranda se ha mostrado convencido de que los parámetros por los que se aplicará serán "bastante flexibles".

El "debate nacional"

Por último, el presidente del FEGA ha recordado que, una vez que se acuerde la reforma de la PAC llegará el momento del "debate nacional" para definir el dinero que recibirá cada comunidad autónoma, y que, en su opinión, habría que abordar "con la mentalidad de un mercado interno único", ya que, a su juicio, "parece razonable dar el mismo tratamiento a las superficies de regadío de Murcia, Castilla-La Mancha y Andalucía", ha puesto como ejemplo. "No sería razonable que dar al olivar de una comunidad el doble o la mitad de apoyo que el que se le daría al mismo sector de la región limítrofe", ha remarcado en esa línea.