Francisco S.L., de 77 años, entró en la prisión Model de Barcelona el pasado lunes para cumplir una condena de seis años y un día que se le impuso en 1994 por un delito de estafa que cometió entre los años 1975 y 1979.

El acusado fue detenido en la comisaría de Balmes el mismo lunes, donde fue para renovar el pasaporte y poder hacer un crucero por Túnez con su familia.

Los agentes de la Policia Nacional vieron cuando introdujeron su nombre en el ordenador que tenía una orden de busqueda y captura y procedieron a su detención.

El anciano vivía tranquilamente con su mujer pensando que el castigo ya había prescrito y porque nadie lo venía a buscar después de que no se le concediera el indulto en 2001 después de haber entrado en prisión en 2000 y que la aplicación de la condena se suspendiera tras la petición del indulto. "Estoy casado y tengo tres hijos que también están casados y con sus respectivas familias. Eso significa que mi mujer, que tiene 72 años, y yo, los dos gravemente enfermos por nuestras respectivas edades, nos cuidamos y atendemos el uno al otro", ha declarado el anciano.

Piden un nuevo indulto

El abogado del detenido, Santiago Joaniquet, ha presentado una segunda petición de indulto para su cliente que, además, padece una leve demencia senil, y ha pedido a la sección quinta de la Audiencia de Barcelona que suspenda la ejecución de la sentencia.

La tardanza en la aplicación de la sentencia, la situación personal, la edad, el estado de salud del preso y su total reinserción social ha llevado a Joaniquet a pedir nuevamente el indulto.

El letrado afirmó que "la Justicia tardía no es Justicia".

Joaniquet considera además que del cumplimiento de la condena impuesta no se deducirá "ningún efecto rehabilitador o resocializador" ya que estos fines ya están cumplidos.