Hasta la implementación de la Ley de Dependencia de l Gobierno central, que se espera que entre en vigor a principios de 2007, «la sanidad está supliendo las carencias del sector social», sostuvo el director de l’ICS.

Con el objetivo de reducir esta presión asistencial, se ha promovido la educación sanitaria y se ha dotado de más protagonismo al personal de enfermería, con programas de atención domiciliaria y seguimiento de enfermos crónicos.

Los catalanes acuden a su médico de cabecera una media de ocho veces al año, y el 73% visitó como mínimo una vez su Centro de Atención Primaria (CAP) el año pasado. Unas cifras parecidas a las europeas.

Menos visitas a urgencias

La frecuentación de los servicios de urgencias en los hospitales se ha reducido. En 2004 acudieron a estos servicios 500 ciudadanos por cada mil catalanes, mientras que en 2005 lo hicieron 480.

Sin embargo, Belenes lamentó que en el periodo invernal «el 70% de las urgencias que llegan a los hospitales» son de pacientes con dolencias crónicas a quienes su enfermedad se les «descompensa» y eso «lo deberíamos evitar».

Atención por teléfono

El ICS ha iniciado una experiencia piloto de atención telefónica en cuatro CAP del distrito barcelonés de Ciutat Vella y en Castelldefels, dirigido especialmente a enfermos crónicos y personas con problemas de movilidad. El programa pretende que los pacientes consulten sus dudas y valorar, así, la necesidad de una visita presencial. Esto podría ahorra el 10% de las visitas.