Rebeca no es la única vecina del edificio de la avenida Malvarrosa 113 de Valencia que padece los problemas de la falta de ascensor, tal y como avanzó 20minutos.es el pasado jueves. Otra vecina, en este caso en un piso de alquiler, tiene otra hija discapacitada.

Según explica María Fabre, uno de sus cuatro hijos padece parálisis cerebral. Tiene 13 años y pesa 40 kilos y también debe subir y bajar las escaleras cada día en brazos: "Nos vinimos a este piso porque estaba bien de precio y es amplio y se suponía que iban a poner ascensor, pero como llevamos ya tres meses y no hay mucha perspectiva de que a corto plazo lo pongan, nos vamos a buscar otro piso porque ya no podemos más", afirma.

María añade que muchos fines de semana se ven obligados a quedarse en casa con su hija discapacitada por todo el trasiego que supone cada día subirla y bajarla en brazos.

Según han comentado los vecinos, tienen prevista una reunión de la comunidad en el mes de diciembre en la que se volverá a tratar el tema del ascensor, y esperan que por fin se pueda alcanzar un acuerdo que permita la instalación del elevador.

Hilario es uno de los vecinos del edificio donde viven María, Rebeca y su hija Sheila, aquejada de espina bífida, a quien debe subir y bajar en brazos cinco pisos a diario ante la oposición de varios vecinos a instalar un ascensor, entre ellos él.

Sin embargo, Hilario matiza que más que oponerse, no tiene claro que el edifico vaya a soportar la carga del ascensor: "Aquí no ha venido ningún técnico a hacer un estudio serio sobre el estado de la estructura y hace unos años tuvieron que hacer unas obras de refuerzo en las vigas".

Además, explica que, pese a haber un proyecto, el arquitecto se limitó a ir, ver el edificio "por fuera y por dentro", y hacer "un dibujo", algo que para él no es suficiente garantía, ya que "la finca tiene más de 50 años".

A todo esto, se unen los problemas económicos, ya que Hilario, con 59 años, está "en el paro", tiene "tres hijos" y ya no cobra "ninguna prestación" así que no sabe si se lo podría permitir. Por este motivo, asegura que la administración debería dar algún tipo de ayuda económica a las familias sin recursos para que este tipo de obras pudieran llevarse adelante: "Por supuesto que entendemos la situación de Rebeca, aquí nadie desea el mal a nadie, pero primero habrá que ver si técnicamente es viable y luego si nos lo podemos permitir económicamente", sentencia.

Aún así, Vicente, otro de los residentes, asegura que un técnico del Ayuntamiento de Valencia dio el visto bueno al proyecto del arquitecto, cuyos planos ha mostrado a 20 Minutos. La instalación del ascensor costaría unos 100.000 euros.