El acusado de matar a su hermana con una sartén y un tubo metálico en la vivienda en la que convivían en la pedanía murciana de Llano de Brujas en septiembre de 2010 y que fue declarado culpable por un jurado popular, ha sido condenado a la pena de 19 años de cárcel y a indemnizar con 100.000 euros a su madre.

Según se desprende de la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, los hechos cometidos por M.R. son constitutivos de un delito de asesinato con alevosía con la concurrencia de parentesco ya que "llevó a cabo su ataque de forma sorpresiva y continua", golpeando a la víctima "mientras seguía viva cuando se encontraba en el suelo indefensa e inerme".

La sección Tercera de la Audiencia Provincial de Murcia declara probado que los hechos ocurrieron el 29 de septiembre de 2010 en la vivienda que acusado y fallecida -nacidos en Marruecos- compartían, y que el acusado tras discutir con su hermana cogió una sartén de tamaño mediano con la que le propinó un fuerte golpe en la cabeza.

Después de ese primer golpe, añade la sentencia dictada por el magistrado-presidente del jurado, Augusto Morales, el acusado continuó golpeándola con un tubo circular hasta doce veces más, todas en la cabeza, a excepción de una en la mano y otra en el hombro.

Según el magistrado el acusado pretendió "acabar con la vida" de su hermana al golpearla pues "el conjunto de las heridas que presentaba la fallecida, excepto la de la mano y el hombro, tenían reacción vital". Al tiempo que puntualiza que las fracturas en zona frontal y la pérdida de masa encefálica le provocaron la muerte, y que su fallecimiento se produjo sobra las 23.00 y 24.00 horas.

Por lo que la sentencia concluye que el acusado "llevó a cabo su ataque de forma sorpresiva y continuó golpeando a la víctima mientras seguía con vida y cuando estaba indefensa", todo ello con el conocimiento "de ese estado de indefensión y aprovechamiento del mismo".

Confesó en el juicio que perdió el control

El acusado confesó en la primera sesión del juicio que golpeó a su hermana con una sartén, pero solo una vez, "no doce", y que cuando ésta le echó de casa, ella "estaba viva" y que incluso le acompañó hasta la puerta.

En la primera sesión del juicio, que se celebra en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Murcia, el acusado, de 39 años y nacido en Marruecos, aseguró que "perdió el control" cuando su hermana le pegó "una bofetada" por regresar a casa bebido, pero afirmó, a preguntas del Ministerio Fiscal, que "no tenía intención de matarla", que se llevaban "bien" y se peleaban "lo normal" entre dos hermanos.