Un mordisco muy tentador

  • El chocolate, ese manjar tan adorado por muchos y odiado por los obsesionados por mantener la línea, se ha convertido en un producto para comer a cualquier hora.
Mil sabores a elegir.
Mil sabores a elegir.
Mil sabores a elegir.
Como aperitivo, postre, tentempié o merienda. El chocolate se ha convertido en un producto no sólo para golosos, sino también para aquellos que buscan sabores más arriesgados y atrevidos para el paladar.

Las aceitunas ya no se comen sólo de tapa, ni el aceite de oliva exclusivamente como aderezo de las ensaladas.

Ahora lo que se lleva es tomar bombones de ahumados, de trufa negra del bosque, de queso de parma, de aceituna negra o de anchoas y avellana, combinaciones de lo dulce y lo salado que demuestran las infinitas posibilidades del chocolate. Hay quien incluso solicita bombones de guindilla o de sal, que aún no se comercializan.

En las tiendas Cacao Sampaka (Barcelona, Girona, Madrid y Valencia), el chocolate se puede adquirir y degustar (disponen de cafetería) de un sinfín de formas. Desde el tradicional chocolate negro, con leche o blanco en tabletas, hasta grageas de kikos, pipas o granos de pimienta, por supuesto, bañados en chocolate; sin olvidar los helados de té, frutos rojos y mandarina o los chocolates líquidos.

Muy calórico

El chocolate, originario de Centroamérica, llegó a España a comienzos del s. XVII, es una buena fuente de energía y de magnesio, pero su consumo en exceso engorda ya que es muy calórico. Si contiene cacao (el blanco carece de éste, pues se elabora a base de manteca), puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular, siempre que no se abuse y se siga una alimentación equilibrada, explica Andreu Farran, investigador del Centro de Enseñanza Superior de Nutrición y Dietética de Barcelona.

Pese a lo que muchos piensan, el chocolate no es afrodisiaco. "Todo son leyendas"·, apostilla Farran.

La chocoterapia, lo más en estética

La chocoterapia es imprescindible en los nuevos tratamientos cosméticos, ya que las propiedades antioxidantes del cacao se transmiten tanto por vía oral como cutánea.

El masaje con chocoterapia, uno de los más demandados junto a la cera al chocolate, consiste en un masaje completo con aceite, cómo no, al chocolate, que actúa como relajante y revitalizador de la piel. La envoltura de chocolate es otra modalidad, que consiste en cubrir la piel con derivados del cacao.

Mil sabores a elegir

Bombones: Hay una infinidad de sabores, desde los elaborados con chocolate negro, con frutos secos y especias (pimienta de Jamaica, curry, canela, achicoria, jengibre y limón, canela, clavo, azafrán y nuez moscada...), a los más aromáticos de hierbas o flores (violeta, lavanda, tomillo, regaliz, té de jazmín o romero). Los tradicionales de vinos y licores (coñac, armagnac, whisky, mandarina, etc.) y las trufas forradas de cacao amargo y rellenas de tequila, grand marnier, ron o caramelo, son muy solicitados.

Tabletas: Las hay de chocolate negro (hasta un 100% de pureza), de chocolate con leche, blanco, amargos y de sabores como el de flor de azahar o de bergamota (cítrico). También las hay sin azúcar.

Chocolate líquido: Similares a los batidos. Los hay de té de jazmín, maracuyá, azafrán y naranja, o miel y vainilla.

Tentaciones: Tiras de naranja con chocolate negro, o de limón con chocolate con leche.

Para el desayuno

Confitura: Uno de los productos más originales son las mermeladas, compuestas de chocolate con frambuesa, manzana, tomate, limón, naranja amarga o moras. Las cremas con avellanas, cacahuetes, café arábigo o chocolate amargo también gozan de muy buena acogida entre el público.

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