El agente de la Policía Municipal que salvó en primera instancia la vida de la menor fallecida tras la avalancha en el Madrid Arena no pudo iniciar las maniobras de reanimación en el interior del recinto debido a "la gran cantidad de gente que había".

Así lo asegura el subdirector general del Samur Protección Civil, Ervigio Corral, en el informe sobre las asistencias realizadas la noche del 1 de noviembre tras la avalancha humana en la Thriller Music Park y que ha sido hecho público por el Ayuntamiento de Madrid.

Según el documento, la segunda ambulancia de soporte vital avanzado —identificada como SVA 8148— enviada desde la base de la Casa de Campo tras la primera llamada de alerta (3.59 horas) entró por la puerta 9 del recinto del Madrid Arena a las 4.11 horas.

Allí, el médico, el enfermero y el conductor de la misma se encontraron a Belén Langdon, de 17 años, que había sido sacada del edificio tras ser aplastada y sin haber recibido los primeros auxilios, ya que el volumen de gente lo impedía. "Al parecer ha sido rescatada por un Policía municipal que la ha sacado fuera. Dice que inició maniobras RCP básica —reanimación cardiopulmonar— a los 10 minutos del evento pues le fue imposible hacerlo antes en el lugar dada la gran cantidad de gente que había", reza el texto.

Los sanitarios cogieron el relevo del agente, del que no se especifica si estaba de servicio, y continuaron las maniobras. "Esta víctima recuperó el pulso cardiaco tras 25 minutos de maniobras de soporte vital avanzado siendo trasladada al 12 de Octubre en situación de inestabilidad hemodinámica y deficiente respuesta neurológica", añade el informe recogido por la agencia Europa Press. Belén murió dos días después, sobre las 8.00 horas del sábado 3, al no poder superar los múltiples traumatismos producidos por el aplastamiento que sufrió.

María Teresa Alonso, de 20 años y que fue rescatada por otro policía municipal de quien se sospecha que estaba trabajando ilegalmente para la empresa de control de acceso Kontrol 34, permanece en estado de extrema gravedad en la Fundación Jiménez Díaz.

Este informe vendría a apoyar la tesis del grupo V de Homicidios de la Policía Nacional. Según los mismos, el aforo estaba "sobradamente sobrepasado". Aunque no lo reflejaron en el atestado entregado al titular del juzgado de Instrucción número 51, sí le trasladaron verbalmente que, en una estimación inicial, el número de asistentes a la fiesta de aquella noche podría ser de casi 23.000 personas, muy por encima de las entradas que aseguró vender el promotor del evento (9.650) y por encima del aforo máximo permitido (10.650).

El juez Eduardo López Palop ya ha ordenado una prueba que determine qué capacidad soportaron aquella noche las instalaciones. Según han informado a Efe fuentes de la Fiscalía, el magistrado quiere que se calcule cuántas personas había por metro cuadrado en cada una de las plantas.

Según el informe encargado por el Ayuntamiento de Madrid y las declaraciones de los testigos, Diviertt, la empresa organizadora y su personal contratado, se saltaron el aforo por planta y precintaron salidas de emergencia.

López Palop tiene previsto tomar declaración este martes a Miguel Ángel Flores, dueño de Diviertt. Además, el juez ha aceptado la personación en el caso como acusación particular de las familias de las cuatro adolescentes fallecidas: Katia Esteban Casielles, Rocío Oña Pineda, Cristina Arce y Belén Langdon.

El Partido Socialista de Madrid ha anunciado que va a presentar dos denuncias contra el Ayuntamiento por supuesta malversación de caudales públicos y por tráfico de influencias, al entender que ha existido un "trato de favor" hacia Flores y Diviertt. Los socialistas apuntan directamente al vicealcalde Miguel Ángel Villanueva, que gestionó el área de Economía antes que el dimitido Pedro Calvo y que es amigo personal del dueño de Diviertt.