CC.OO. de Cantabria ha asegurado que el riesgo de que hoy ocurra una catástrofe similar a la provocada por el 'Prestige', de cuyo hundimiento se cumplen diez años el próximo lunes, día 19, es "muy alto" ya que, según denuncia, la situación "no ha cambiado y todo sigue igual".

Para el secretario de Medio Ambiente de

Cc oo, Alberto López Allende, y a pesar de que la UE ha prohibido la entrada en puertos europeos de fuel pesado en buques monocasco, el tráfico de petroleros de este tipo que aún navegan por el corredor marítimo del Atlántico es muy elevado por lo que, si uno de ellos se fuera a pique, pasaría exactamente lo mismo que con el Prestige".

Tras reiterar que la catástrofe del 'Prestige' es responsabilidad "política pura y dura", López Allende ha criticado en un comunicado que diez año después "nos enfrentamos de nuevo a una incapacidad de gestión de catástrofes de este tipo".

Así, ha afirmado "que no sirve de nada contar con un ambicioso Plan Nacional de Contingencias por Contaminación Marina si los políticos de turno no lo tienen en cuenta a la hora de tomar sus decisiones".

En este sentido, ha resaltado que, justo un año antes de la tragedia del 'Prestige', el Misterio de Fomento llevó a cabo un simulacro con un buque de las mismas características en el que se adoptó la decisión de llevarlo a una zona abrigada en la costa para proceder allí a la recuperación del fuel.

"No hace falta decir que esta solución, que entonces fue considerada un éxito, fue exactamente la contraria a la que se adoptó en el caso del 'Prestige', al que alejaron de las costas con las consecuencia que todos conocemos", ha subrayado.

Pasividad de las autoridades

Sobre los efectos del 'Prestige' en Cantabria, cuyas primeras manchas fueron avistadas el 3 de diciembre de 2002, López Allende ha señalado que se vieron afectadas "decenas de kilómetros de costa" y que se recogieron "16.153 toneladas de fuel en tierra y 3.950 en la mar gracias a la colaboración de miles de voluntarios que convirtieron la marea negra en una marea blanca".

Por todo ello, ha reclamado que la gestión de este tipo de accidentes recaiga en "técnicos y no en políticos" porque, de lo contrario, "es muy posible que esta catástrofe, que costó a Cantabria más de 63 millones de euros, puede volver a repetirse".