Fiscalía de Valladolid solicita penas que en su conjunto suman diez años de prisión para dos varones, Andrés P.V. y Rubén G.N, que serán juzgados este jueves, día 15 de noviembre, en la Audiencia Provincial acusados de un delito de tráfico de drogas presuntamente cometido en agosto de 2011 cuando fueron detenidos en Tudela de Duero (Valladolid) en posesión de 16 gramos netos de speed y otros casi 39 de cannabis sativa.

En su escrito de calificación provisional de los hechos, la acusación pública solicita la pena más dura, un total de seis años y multa de 700 euros, para Andrés P.V, a quien aplica la agravante de reincidencia pues ya fue condenado con anterioridad por los mismos hechos a tres años de privación de libertad, mientras que para su compañero de banquillo, Rubén G.N, interesa una condena de cuatro años y una multa de 1.000 euros, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

La detención se produjo cuando una patrulla de la Guardia Civil, que formaba parte de un operativo de servicio de Seguridad Ciudadana que cubría distintos puntos de la comarca, procedió a la identificación y reconocimiento de un vehículo Ford Focus y sus ocupantes en la rotonda Jaramiel del término municipal de Tudela de Duero (Valladolid).

En un primer momento, los agentes requirieron a Rubén G.N. que saliera del vehículo y al cachearle arrojó una caja que contenía once envoltorios con 8,43 gramos de speed, mientras que en un registro más concienzudo en el turismo se incautaron de una caja de cartón que había en el maletero y que contenía diecisiete bolsas de plástico con 38,46 gramos netos de cannabis sativa.

El otro acusado, Andrés P.V, al percatarse de la presencia de los agentes, intentó ocultar entre su ropa interior una bolsa con nueve envases de plástico con 7,39 gramos de speed.

Fiscalía vallisoletana sostiene que todas estas sustancias, con un valor conjunto en el mercado de unos 882 euros, estaban preordenadas para su venta a terceras personas.

En el caso del acusado Rubén G.N, el Instituto de Medicina Legal de Valladolid sometió a análisis un cabello suyo de un centímetro y dio como resultado el consumo repetido de cannabis en los dos o tres meses anteriores al corte del mechón, pese a lo cual la acusación pública no le aplica circunstancia atenuante alguna.