Forenses aseguran que mujer asesinada recibió mayoría de golpes cuando estaba en el suelo indefensa

Los médicos forenses aseguran que los golpes que recibió Z.R., la mujer asesinada supuestamente por su hermano en septiembre de 2010 en la casa que compartían en Llano de Brujas, fueron provocados con "gran intensidad y violencia" con un tubo metálico, y la mayoría cuando estaba en el suelo, "indefensa", así como que seguía viva tras los primeros golpes, "porque se tragó su propia sangre".
El acusado observa el tubo circular con el que al parecer golpeó a su hermana
El acusado observa el tubo circular con el que al parecer golpeó a su hermana
EUROPA PRESS
El acusado observa el tubo circular con el que al parecer golpeó a su hermana

Los médicos forenses aseguran que los golpes que recibió Z.R., la mujer asesinada supuestamente por su hermano en septiembre de 2010 en la casa que compartían en Llano de Brujas, fueron provocados con "gran intensidad y violencia" con un tubo metálico, y la mayoría cuando estaba en el suelo, "indefensa", así como que seguía viva tras los primeros golpes, "porque se tragó su propia sangre".

En la sesión del juicio que se celebra en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Murcia contra M.R., marroquí de 39 años, los forenses han declarado que la mujer cayó al suelo tras el primer golpe, que posiblemente pudo realizarse con una sartén, y que el resto de los golpes los recibió prácticamente inconsciente en el suelo.

Por su parte, los facultativos del Servicio de Toxicología indican que en la camiseta, pantalón y zapatillas del procesado se detecta perfil de su hermana, así como en la sartén y en el susodicho tubo, hallado en un descampado, frente a la vivienda.

Ante esto el Ministerio Fiscal asegura que hubo voluntad por parte del acusado de acabar con la vida de su hermana y que así lo demuestran los golpes reiterados e "innecesarios" y el medio empleado (el tubo, que reconoce como propio, y la sartén), así como que "no hubo defensa alguna por la parte de la víctima", que recibió la mayoría de los golpes cuando estaba en el suelo.

A lo que se une que sus ropas estaban cubiertas de la sangre de la víctima y las contradicciones en su declaración, que ha ido modificando "para justificarse", como que aseguró a la Policía Local y al '112' que no había podido entrar a su casa desde las 20.00 horas, sin embargo, el dueño de la vivienda lo vio pasadas las doce de la noche cuando le requirió que dejara de hacer ruido.

El dueño, que confesó haber visto algo similar a un palo en su mano, "que hizo ademán de esconder", afirmó, asimismo, que el procesado le aseguró, en la escalera común que compartían, que estaba arreglando la bicicleta y que su hermana dormía, ha recordado el fiscal, que considera que el acusado "perdió los nervios" y decidió acabar con la vida de su hermana tras recibir de ésta una bofetada en mitad de una discusión, posiblemente por motivos de trabajo, por lo que insiste en una condena discriminatoria.

Según el fiscal del caso, Javier Escrihuela, se trata de un caso de asesinato con alevosía, agravado por el parentesco, por lo que insiste en una pena de 20 años de prisión, así como una indemnización para los herederos de 150.000 euros.

Por su parte, el abogado de la Defensa ha asegurado que las contradicciones en la declaración del acusado puede deberse a que está sometido a gran presión y al trauma que supone la muerte de su hermana y que él se encuentre en la cárcel por ello.

Además opina que el testigo "no se atiende a la verdad", pues "supuestamente oyó el asesinato 15 ó 30 minutos después de que sucediera", por lo que "no puede certificar la comisión del asesinato", y aunque "no hay duda de que el tubo es el arma homicida, en este no se encuentra el ADN del acusado", por lo que, a su parecer, "no tiene sentido que fuera cuidadoso y usara un trapo o guantes y saliera a la calle sin cambiarse de ropa y con la sangre de su hermana en ella", tirara el tubo enfrente de su casa o dejara el rastro de sangre.

Según la Defensa, si en los pertinentes análisis toxicológicos no se ha encontrado ADN por donde el asesino cogió el tubo es porque "no lo cogió". Así ha recordado la película 'El Fugitivo', donde Harrison Ford "no puede demostrar su versión y le condenan por ello" o el de Roció Wanninkhof "donde se condenó a un inocente por no poder demostrar su versión, su inocencia".

Por último señala que hubo golpes continuados, "pero un solo ataque, que no fue sorpresivo", tras lo que solicita la absolución de su cliente porque "no existe ninguna prueba de que fuera el causante de la muerte de su hermana".

En su última palabra, el acusado ha afirmado que acepta cualquier condena pero que fue "otra persona" la que cometió el delito.

El magistrado Augusto Morales, que preside este Tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Murcia, aplaza hasta el jueves, día 13, el objeto del veredicto.

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