En el escrito, al que ha tenido acceso 20 minutos, la subcontrata Proyectados Saudades S. L., encargada de instalar los techos desmontables, avisa del «peligro de caída».

«Las medidas que ha dejado –la adjudicataria Elsan-Pacsan– desde el techo hasta los conductos de agua, luz, fontanería y aire acondicionado no son suficientes para que sea seguro», según reza el informe. Los tubos han sido «metidos a presión oprimiendo el techo desmontable hacia abajo con el posterior peligro de caída».

La gerente de la subcontrata, Alicia Nieves, asegura que avisaron a Elsan «del riesgo de derrumbe» de los falsos techos «cuando empiecen a funcionar y a vibrar los aparatos de climatización» pero «no nos hicieron caso». Por este motivo, «no nos responsabilizamos en caso de que algún día haya daños personales o materiales».

Por su parte, el jefe de obra de la adjudicataria niega que existan problemas de sujeción: «Nos hemos guiado por las cotas fijadas en el proyecto y no hay riesgo de que se caigan los techos». Pedro Mínguez afirma haberlo comprobado él mismo.

Dentro de dos meses se trasladarán a estos dos pabellones los servicios de gestión de multas, catastro, atención al contribuyente, archivo, etc. y más de 150 funcionarios.

Una pugna económica de fondo

El jefe de obra ve en la denuncia de la sucontrata un intento de «coacción». «Ellos nos reclaman facturas que, al no corresponderse con la realidad, no vamos a pagar», dice Mínguez. La subcontrata reclama a Elsan, a la que van a denunciar, 38.000 euros «pero sólo nos quieren pagar dos mil porque el Ayuntamiento les ha penalizado por retraso en la obra», responde Nieves.