La Federación de Servicios (FeS) de UGT y Comfía-CCOO han convocado una huelga en el Banco de Valencia para el próximo lunes, 12 de noviembre, en protesta por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en la entidad y ante la dificultad que ven de llegar "a un final consensuado".

Los sindicatos, en un comunicado, han explicado que la empresa mantiene su propuesta de que las extinciones de contrato se realicen con las condiciones de 20 días por año, y "tan solo flexibiliza su postura al ofrecer un escalado de suplementos lineales en función de los años de permanencia en la empresa", que en conjunto no superaría los veintidós o veintitrés días de indemnización, han indicado.

Además, han lamentado que desde la dirección "se niegan en rotundo a implementar medidas de flexibilidad interna, como excedencias temporales, suspensiones de contratos o reducciones de jornada, que aliviarían las medidas traumáticas que proponen".

En estos momentos de la negociación del ERE, y a menos de una semana de que acabe el periodo de consultas, Comfía-CCOO y FeS-UGT ven "lejos un final consensuado como resolución de este proceso". Por ello, y "después de muchos años" en el sector financiero, han convocado una jornada de huelga en el Banco de Valencia para el próxim lunes, que consistirá en paros de tres horas, de 11.00 a 14.00, en todos los centros de trabajo de la entidad.

Concentraciones y manifestaciones

Durante los próximos días que faltan hasta la finalización del plazo del período de consultas los sindicatos segurián "intentando que se modifique la postura tan inflexible que la empresa mantiene" y, paralelamente, han convocado concentraciones y manifestaciones tanto en Valencia, acompañados de las familias del personal del Banco.

FeS-UGT y Comfía-CCOO ven "con enorme preocupación" el "punto de inflexión" que supone el planteamiento de despidos "colectivos" que está proponiendo el FROB en el Banco de Valencia, "con la aplicación pura y dura de la reforma laboral sin querer dar prácticamente ningún margen a la negociación". "De seguir con estos planes adelante se abriría una dinámica enormemente peligrosa en el sector que acabaría afectando a todos sin excepción", han advertido.