El Grupo Parlamentario Socialista ha considerado que la decisión de trasladar las direcciones regionales de Cultura y Deporte a las instalaciones de la Biblioteca Central de Cantabria es el ataque "más grave" que puede realizarse a la cultura, a la ciudadanía y a los usuarios y profesionales que desde que ésta se creara "vienen dinamizándola".

La diputada socialista Cristina Pereda destacó este sábado en rueda de prensa que esta Biblioteca "es un referente a preservar dentro del mundo de la cultura" que "está en peligro" por la "ocurrencia desafortunada" del presidente regional, Ignacio Diego, y del consejero de Educación, Cultura y Depore, Miguel Ángel Serna, de trasladar dos direcciones regionales a las instalaciones, lo que, según dijo, "dará al traste con lo que durante siglos ha sido un empeño de todos; socializar la cultura".

Por ello, avanzó que exigirán al director general de Cultura, el cántabro José María Lasalle, que no autorice la modificación de los usos de la Biblioteca.

Además, el Grupo Parlamentario Socialista ha registrado tres preguntas en el Parlamento con el fin de que el Gobierno aclare cuál es el ahorro que va a suponer dicho traslado para las arcas regionales, los criterios reales para su traslado y cuál va a ser el coste de adaptación de las instalaciones en caso de efectuarse dicha ocupación.

Pereda destacó la coincidencia entre el PSOE, los usuarios, a través de la Plataforma creada para defender la Biblioteca Central, los trabajadores y los datos del Ministerio de Cultura que, en todos sus indicadores, ponen de manifiesto la evolución que se produce entre el 2007 y el 2011 en cuanto a incremento de usuarios, apuntó.

Así, destacó que el número de usuarios activos infantiles pasó en esos años de menos de 1.000 a superar los 2.000 y el de adultos de 2.000 a más de 10.000. También recordó que desde su traslado al edificio de la antigua Tabacalera, en 2010, la Biblioteca ha incrementado "de manera notable" su uso por la ciudadanía y ampliado su oferta de actividades y espacios de encuentro.

"Pensar en la sala polivalente y el salón de actos, significa paralizar algo que desde el 2010 viene siendo complementario en la Biblioteca: exposiciones, conferencias, presentaciones de libros, teatro, cine fórum, conciertos, cuentacuentos, talleres", lamentó Pereda.

Y es que para la diputada socialista la Biblioteca Central cumple, en toda su extensión, el manifiesto de la UNESCO, garantizando el acceso a todo tipo de información, prestando apoyo a la educación formal y autodidacta, fomentando los hábitos de lectura en toda la población, acercando el conocimiento del patrimonio cultural, atendiendo a sectores desfavorecidos en igualdad de condiciones, favoreciendo la diversidad cultural y estimulando la imaginación y la creatividad.

Una derecha rancia y retrógrada

Pero, según Pereda, al Gobierno del PP, "esto le importa un bledo". "No nos engañemos, estamos hablando de algo que va unido a la derecha más rancia y retrógrada, que siempre procurará que la cultura sea privilegio de unos pocos en detrimento de una socialización que ayude a generar pensamiento crítico", añadió.

Por ello, afirmó que Diego "falta una vez más a la verdad", ya que a su juicio dicho traslado y ocupación de la Biblioteca Central "no va a suponer ahorro alguno para las arcas regionales" y tampoco cree que se vayan a ocupar espacios en desuso, como dice el presidente regional, porque ya están ocupados por los funcionarios.

La diputada socialista manifestó que su grupo parlamentario apoyará que la sede de la Biblioteca siga utilizándose para los usos que vienen recogidos en el acuerdo firmado entre el Gobierno y el Ministerio, "y que no puede modificarse unilateralmente a conveniencia, ni ocurrencia del PP ni de Diego".

Y aseguró que también estarán del lado de los trabajadores, que "vienen sufriendo ERES injustificados que van en detrimento del servicio que tienen que prestar" y de los usuarios que "han visto mermado" su derecho de poder acudir los fines de semana y festivos debido al recorte de horario establecido "sin criterio y con el único fin de deteriorar un servicio esencial de la comunidad".