El concejal del Ayuntamiento de Burgos, Eduardo Villanueva, ha dimitido por carta este viernes, después de ser destituido de todas sus responsabilidades por un uso "inapropiado" de su tarjeta de datos propiedad municipal, por la que se llegó a emitir una factura de 207.000 euros.

"Lo hago por mi familia, lo hago por mi partido y lo ago para que injustamente esta noble actividad como es la política no se vea perjudicada. Me hubiera gustado que las cosas hubieran sido de otra manera, pero son como son y hay que asumirlo", ha asegurado el edil en un comunicado recogido por Europa Press.

Según consta en el documento, no ha renunciado antes al cargo para poder defenderse de las acusaciones y al considerar que la renuncia "era una muestra clara de asumir una culpa sobre algo que no he cometido".

Además, ha insistido en que su defensa se ha limitado a la verdad, "en aquella que se demuestra", y ha lamentado la "condena social a la que he sido sometido y más después de conocer los informes".

Respecto a la denuncia presentada ante los juzgados, se ha comprometido a colaborar con la justicia "todo cuanto se me sea requerido", aportando las pruebas que sean necesaria y que obran en su poder.

"No tengo que esforzarme, ni dedicarme a defenderme porque no he hecho nada malo, pero si la justicia dictamina que no existe delito alguno o yo no soy responsable de nada ¿Quién restituye mi imagen?", ha concluido.