El Gobierno de Londres teme que estos centros se estén convirtiendo en oficinas de reclutamiento para terroristas, por lo que les pedirá que den información sobre los estudiantes a la Policía, según publicó ayer el diario The Guardian.

El presidente de la Federación de Sociedades de Estudiantes Islámicos, Wakkas Khan, declaró que esta iniciativa podría suponer una violación de los derechos de los estudiantes musulmanes, al ser tratados como personas con un alto nivel de sospecha. Así, indicó que «suena a algo así como ser culpable hasta que se demuestre que es inocente».

En este sentido, el rotativo asegura que en el plan gubernamental se reconoce que los responsables académicos podrían sentirse incómodos al tener que ofrecer información porque puede suponer una forma de «colaboración» con una «policía secreta».