El presidente del Gobierno regional, Ramón Luis Valcárcel, ha afirmado que las ayudas a los damnificados por los terremotos de Lorca están llegando, pero ha admitido que "levantar una ciudad no es cosa que se pueda hacer en un año". Por ejemplo, señala que levantar un edificio de ocho o diez plantas "supone hablar prácticamente de un año de trabajo".

"Es que Lorca se ha caído", según Valcárcel, quien ha señalado que el terremoto "afectó a la inmensa mayoría, y es un casco antigüo y monumentos de un valor incalculable sobre los que no se puede actuar de forma irresponsable o de forma negligente".

En declaraciones a 'Los Desayunos de TVE', recuerda que el decreto aprobado en un principio "tampoco había sido el más adecuado", pero "al final se puso orden, el dinero está llegando y se han agilizado todos los trámites, incluso, de permisos de demolición y construcción".

"Lo que se puede tardar generalmente 11 ó 12 meses, ahora se está resolviendo en dos meses", según Valcárcel, quien advierte que el ambiente "ya es otro", aunque dice entender que los lorquinos "tienen que seguir con la lógica inquietud hasta que no vean su ciudad en condiciones".

Valcárcel también se ha referido al estudio con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Complutense de Madrid que ha revelado que la extracción de agua habría influido en el terremoto que afectó a Lorca en 2011, ya que esta práctica habría perturbado la corteza terrestre de la falla de Alhama, la más activa de Murcia.

Valcárcel señala que "es muy difícil" de determinar, y se pregunta "quién establece las consecuencias y quien toma la decisión". Así, explica que él no va a poner en cuestión si tomar agua de los acuíferos sobreexplotados puede provocar una mayor afectación de los terremotos.

"Probablemente sea así", reconoce Valcárcel, pero se pregunta "quién calcula esto". Porque "cuando se necesita agua porque se hace riqueza con agua, porque Lorca se ha caído y el único colchón es la agricultura, el agricultor obtiene el agua".

De todas formas, explica que "es una cuestión relativa a una administración entonces gobernada por otro partido", pero explica que "el hecho de empezar a tirarnos los trastos a la cabeza porque resulta que se hizo bajo la responsabilidad de otra formación política" no "conduce a nada, salvo a más exasperación por parte de los lorquinos".