Más de un centenar de neonazis alemanes buscados por la Policía y la justicia alemanas viven en la clandestinidad, según revela el ministro germano de Interior, Hans Peter Friedrich, en declaraciones adelantadas este sábado por el dominical Welt am Sonntag.

"La oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) contabilizaba a mediados de setiembre 110 ultraderechistas sobre los que pesa una orden de detención, destaca Friedrich, quien comenta que la cifra puede haberse alterado desde entonces por alguna detención o la suma a la lista de nuevos buscados.

El responsable alemán de Interior no cuenta, sin embargo, con que entre ellos figuren imitadores de la desarticulada célula "Clandestinidad Nacionalsocialista" (NSU) que se dediquen a asesinar arbitrariamente extranjeros de manera anónima.

Sin embargo considera posible que "en los ambientes de ultraderecha haya también quienes sigan tendencias que conduzcan a un terrorismo violento", que "debemos combatir".

El político socialcristiano bávaro (CSU) subraya que en la lucha contra el potencial terrorismo de ultraderecha son necesarios unos "fuertes" servicios secretos interiores y destaca la labor de la recién creada central de datos sobre extremistas de ultraderecha.

La existencia de la célula neonazi de la NSU saltó a la luz en noviembre de 2011, a raíz del suicidio en una autocaravana de dos de sus integrantes, Uwe Böhnhard y Uwe Mundlos, acosados por la Policía tras un atraco.

Completaba la célula una mujer, Beate Zschäpe, quien se entregó a las autoridades tras volar por los aires la vivienda de Zwickau (en el este de Alemania) donde vivían los tres, que al parecer contaban con al menos 13 cómplices.

La NSU, que actuaba desde 1998 y cometió impunemente diez asesinatos —ocho comerciantes turcos, un griego y la agente policial— alternó esos crímenes con atracos a bancos y atentados con bombas, sin que las fuerzas de seguridad sospecharan de la existencia de ese comando durante más de una década.