Las Mujeres Trabajadoras del Sexo del Maresme (Barcelona) y La Selva (Girona) han pedido una reunión urgente con el conseller de Interior, Felip Puig, porque se sienten "discriminadas, criminalizadas y maltratadas" por la nueva ley de carreteras que multa su actividad.

Según indican en un comunicado, la aplicación de la reforma de la ley "ha roto por completo la confianza" que con los años habían adquirido con los agentes de los Mossos d'Esquadra, ya que el apoyo y protección que sentían ha desaparecido.

De hecho, aseguran que se sienten vigiladas por una cantidad exagerada de efectivos y que algunos policías "vulneran de forma automática y continuada" sus derechos, incurriendo en faltas de respeto, agresiones verbales, amenazas y daños a sus pertenencias.

"Es muy duro que después de años de comunicación fluida con los Mossos d'Esquadra, debamos recurrir a la misma ley para que se detenga este acoso brutal", admiten las meretrices.

Han lamentado que los agentes de tráfico, con las multas, "desconocen la ley que están aplicando y la ejercen a su antojo", y que les ofrecen respuestas diferentes ante sus demandas de información, lo que las hace poco fiables.

Aseguran que ahora están expuestas a más violencia por parte "de la policía, de la sociedad y de los proxenetas y delincuentes comunes que están en la carretera y que empiezan a tomarse más libertades".

"Solicitamos que se nos deje de criminalizar y se nos trate como personas con los mismos derechos que el resto de la población", han reclamado.

Con todo, piden una reunión con Puig para exponer la realidad que viven, y ofrecer propuestas y alternativas "que sean beneficiosas para todos".