Compañeros del portero fallecido en Maracena identifican a los acusados como autores del crimen

Los que eran compañeros del portero de nacionalidad rumana que fue apuñalado mortalmente en el recinto ferial de Maracena (Granada) durante las fiestas del municipio en agosto de 2007 han identificado este martes a los dos hermanos que se sientan en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial como los presuntos autores del crimen, por el que se enfrentan a entre 10 y 20 años de prisión e indemnización a la viuda y al hijo de la víctima de un total de 153.000 euros.
Hermanos acusados de la muerte a puñaladas de un portero rumano
Hermanos acusados de la muerte a puñaladas de un portero rumano
EUROPA PRESS
Hermanos acusados de la muerte a puñaladas de un portero rumano

Los que eran compañeros del portero de nacionalidad rumana que fue apuñalado mortalmente en el recinto ferial de Maracena (Granada) durante las fiestas del municipio en agosto de 2007 han identificado este martes a los dos hermanos que se sientan en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial como los presuntos autores del crimen, por el que se enfrentan a entre 10 y 20 años de prisión e indemnización a la viuda y al hijo de la víctima de un total de 153.000 euros.

Los porteros, que han declarado ante el tribunal del jurado como testigos protegidos tras una mampara para evitar ser identificados, han explicado que el día anterior a la muerte de Robert M., de 32 años, que era el que se encargaba de contratar al personal de seguridad de las casetas, se produjo un incidente con algunos miembros del conocido clan de 'Los Mocos' o 'Los Mones' del Polígono de Almanjáyar de Granada.

Según el portero que trabajó aquel día, varios de los hermanos, entre ellos los dos procesados Juan Ramón M.M., de 46 años, y Anastasio M.M., de 45, intentaron entrar en una caseta en estado de embriaguez, a lo que se negaron los profesionales de la seguridad. Lo hicieron tanto por la puerta principal, donde se encontraba Robert M. y otro compañero, como por la puerta de salida, desde donde amenazaron con volver para "matar a todos".

Al día siguiente, según otro de los testigos, se produjo en el mismo lugar una trifulca con "varias personas de etnia gitana", en el transcurso de la cual Juan Ramón M.M. agarró a Robert M. mientras su otro hermano, Anastasio, lo apuñalaba con un cuchillo de grandes dimensiones "de color amarillo o dorado".

Tras la agresión, según el portero que ha declarado, este último, que había caído al suelo a consecuencia de la trifulca —en la que participaron unas siete u ocho personas—, se dirigió hacia él con el cuchillo en mano ya lleno de sangre presuntamente con la intención de lesionarlo, aunque finalmente esto no se produjo. "Vi el apuñalamiento claramente, estaba a dos metros", ha indicado.

Además de los porteros, han comparecido otras personas —también como testigos protegidos— que estuvieron en la caseta en la que se produjeron los hechos, si bien ninguna de ellas, ya sea uno de los propietarios del local, o los camareros, han identificado a los procesados. Todos han coincidido en que apenas recuerdan detalles de lo ocurrido, salvo que fue una reyerta multitudinaria en la que "sucedió todo muy rápido".

La sesión del juicio de este martes, que se prolongará también al miércoles y jueves, ha comenzado con el testimonio de la viuda de Robert M. que ha explicado que él era sus sutento económico en España y que tras su muerte tuvo que regresar a Rumanía, donde vive actualmente con su hijo, que tiene 15 años. Según ha afirmado, tan sólo una hora antes de que se produjera la muerte de su marido, éste le llamó al móvil para explicarle que había tenido un incidente con unas personas que eran "muy problemáticas" y que iba a intentar "tranquilizar la situación".

Acusación de la fiscalía

Según consta en el escrito de acusación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, en Maracena, con ocasión de las fiestas de la localidad, en la noche del 16 de agosto de 2007 tuvo lugar un incidente en la puerta de una caseta-disco, donde varios hermanos de etnia gitana, apodados 'Los Mones', querían entrar en el local y los porteros, entre ellos Robert M., se lo impidieron. En el incidente hubo, según el fiscal, algunos empujones hasta que al final 'Los Mones' abandonaron el lugar "no sin decirles antes a los porteros que los tenían que matar".

Así, sobre las doce de la noche del 18 de agosto de 2007, se dirigieron de nuevo a la caseta algunos de los hermanos de 'Los Mones', entre ellos los dos inculpados, que iban acompañados de "un numeroso grupo de personas" que se encararon y buscaron el enfrentamiento con los porteros del establecimiento.

Comenzó una "sucesión de empujones y golpes", en el transcurso de los cuales Juan Ramón y Anastasio se dirigieron a Robert M. al que el primero le dijo "el que pegue a mi hermano yo lo mato". Así, mientras uno de ellos lo sujetaba, el otro le asestó una puñalada en el pecho con una navaja de grandes dimensiones al portero, que estaba casado y tenía un hijo de 9 años, causándole la muerte.

La acusación particular, representada por el letrado Emilio Garrido, recoge por su parte en su escrito de conclusiones provisionales que los porteros les negaron la entrada a 'Los Mones', también conocidos como 'Los Mocos', por su "evidente estado de embriaguez", y que, al día siguiente se personaron de nuevo en el lugar "con evidente ánimo de revancha".

Los procesados se enfrentan a una petición fiscal de diez años de prisión cada uno por un delito de homicidio, que la acusación particular, que ejerce la viuda del fallecido, eleva a veinte años, por asesinato, al concurrir, según entiende esta parte, las circunstancias agravantes de alevosía y promesa. Además, ambas acusaciones piden para la viuda y el hijo de la víctima una indemnización de un total de 153.000 euros. La defensa, por su parte, solicita la libre absolución.

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