Clinton libera a Obama del peso de Bengasi y asume la responsabilidad por el ataque

  • "Yo soy la responsable por la seguridad de los diplomáticos", aseguró este lunes.
  • El ataque al consulado americano planea sobre Obama en la campaña electoral.
  • Clinton le libra de la culpa un día antes de su decisivo debate con Mitt Romney.
  • EE UU creará con Libia un comando de elite para combatir extremistas.
La secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, tras una reunión bilateral con el ministro de Exteriores de Portugal, Paulo Portas, en Washington.
La secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, tras una reunión bilateral con el ministro de Exteriores de Portugal, Paulo Portas, en Washington.
Michael Reynolds / Efe
La secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, tras una reunión bilateral con el ministro de Exteriores de Portugal, Paulo Portas, en Washington.

La secretaria de Estado de EE  UU, Hillary Clinton, dijo este lunes que asume la responsabilidad por el ataque del pasado 11 de septiembre al consulado estadounidense en Bengasi (Libia), y liberó de la misma al presidente Barack Obama.

"Asumo la responsabilidad", afirmó Clinton en una entrevista con la cadena CNN en Lima (Perú), donde se encuentra de visita, según un extracto adelantado por el canal en su página web.

Tras ser preguntada sobre qué figura del Gobierno recae el peso del atentado en Bengasi, que mató a su embajador en ese país, Chris Stevens, y a otros tres estadounidenses, Clinton subrayó que ella dirige el Departamento de Estado y que, por tanto, está a cargo de controlar la seguridad en las embajadas de todo el mundo. Insistió en que ni el presidente Obama ni el vicepresidente, Joe Biden, están involucrados en ese tipo de decisiones, por lo que la responsabilidad no es suya.

"Quiero evitar que esto se convierta en una especie de emboscada política", señaló la jefa de la diplomacia estadounidense, consciente de que el suceso se produjo muy cerca de las elecciones presidenciales del próximo 6 de noviembre.

El pasado viernes, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, se negó a aclarar si Obama y Biden fueron informados en algún momento de las preocupaciones existentes sobre la seguridad en Libia.

No hubo protestas frente al consulado

La oposición republicana ha criticado duramente que, en un primer momento, el Gobierno de Obama defendiera que el ataque había sido producto de las violentas protestas que se desataron en varios países árabes a raíz de un vídeo producido en EE UU que caricaturiza a Mahoma y al islam.

La semana pasada, sin embargo, funcionarios de alto rango del Departamento de Estado sostuvieron que no hubo ningún tipo de protesta o manifestación a las afueras del consulado en Bengasi ese día. Clinton recordó que, justo después de un ataque, siempre hay "confusión", pero desde entonces ha cambiado la información de inteligencia que ha recibido el Gobierno.

También describió el "intenso y largo suplicio" que se vivió en el Departamento de Estado la noche del 10 de septiembre, cuando el personal de esa agencia trataba de averiguar qué había ocurrido.

La titular de Exteriores aseguró que su misión ahora es garantizar que no se vuelva a producir un ataque así, pero también asegurarse de que no se frena la diplomacia, porque Estados Unidos "no puede retirarse, no puede no relacionarse".

A medida que avanza la investigación, la idea que prevalece es que extremistas vinculados a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), la principal amenaza terrorista en el Norte de África, tuvieron un papel destacado en el asalto, según funcionarios militares y de los servicios secretos.

Comando para combatir extremistas islámicos

Según informó este lunes el diario New York Times, EE UU ha reservado ocho millones de dólares para ayudar al Gobierno libio a crear un comando de elite dedicado a combatir extremistas islámicos como aquellos que causaron la muerte al embajador estadounidense en un ataque en Bengasi.

el Gobierno de Barack Obama obtuvo el permiso del Congreso en septiembre para tomar ocho millones de dólares del presupuesto de ayuda militar a Pakistán y emplearlos para empezar a diseñar una fuerza de élite libia que podría llegar a tener 500 miembros.

El plan estaba en marcha antes de que se produjera el atentado en el consulado de Bengasi el pasado 11 de septiembre, que mató al embajador Chris Stevens y a otras tres personas, de acuerdo con el diario, que cita documentos internos del Gobierno y funcionarios estadounidenses.

El programa, que se desarrollará a lo largo del próximo año, no ha sido formalmente autorizado aún y por tanto se desconocen las dimensiones exactas del comando y su misión concreta, pero las autoridades estadounidenses ya han conversado sobre él con las libias.

De acuerdo con los funcionarios, las fuerzas de Operaciones Especiales del Pentágono podrían llevar a cabo buena parte del entrenamiento, tal y como han hecho con otros comandos antiterroristas en Pakistán y Yemen, y la operación integraría también a funcionarios libios.

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