La Audiencia Provincial ha absuelto a un padre divorciado que no pasaba la pensión a sus hijos de un delito de abandono de familia porque la denuncia por impago la presentó su mujer y, no éstos, cuando ya eran mayores de edad.

El hombre había sido condenado por el Juzgado de lo Penal Número 2 de Santander a un año de prisión por este motivo y a indemnizar a su exmujer, una sentencia que ha revocado ahora la Sección Tercera de la Audiencia.

La Sala ha dado la razón al hombre, que presentó un recurso de apelación, al entender que no era procedente que fuera su exmujer la que presentara la denuncia y no los hijos ya mayores de edad, que son "los auténticos agraviados por el hecho".

Recuerda que ese delito "sólo se perseguirá previa denuncia de la persona agraviada o de su representante legal" o, cuando sea menor de edad, incapaz o una persona desvalida, algo que no ocurre en este caso pues tienen más de 18 años, también podrá denunciar el Ministerio Fiscal.

Además, la juez señala que los hijos, además de no denunciarle, no se han personado en ningún momento en el proceso y no han comparecido para manifestar su conformidad con la querella que presentó su madre.

Por otra parte, y más allá de quién presentó la denuncia, la Sala ha advertido que, de todas formas, habría absuelto al hombre de este delito al entender que aún cuando había un resolución judicial que le obligaba a pasar la pensión a sus hijos y hubo impago no fue culpable "por la imposibilidad de hacerle frente".