La Policía Nacional de Avilés ha desarticulado un clan familiar de traficantes de heroína, afincados en un barrio próximo al Muelle de Avilés y dirigido por la 'matriarca', una mujer de setenta y seis años.

"Tras su última detención y dar un periodo de descanso obligado, la jefa había decidido dar un nuevo impulso al negocio familiar de toda la vida", indican desde la Policía en nota de prensa, señalando que ella misma "se responsabilizó de llevar a cabo la venta directa a los consumidores, mientras que sus hijos se encargaron de las tareas de preparación de las papelinas" y que "en ausencia de la madre los hijos asumían el papel de vendedores".

A sus nietos, la mayoría menores, también les integró en el negocio, remarca la Policía, explicando que su tarea era vigilar por los alrededores del barrio, detectar la presencia policial y avisar para que el resto pudiera deshacerse de la heroína.

Tras varios meses de investigación, el día 11 se procedió a la detención de la matriarca y a dos de sus hijos, un hombre de cuarenta y cuatro años y una mujer de cuarenta y cinco. "Todos habían sido detenidos en varias ocasiones en los últimos años por tráfico de droga", destacan desde la Policía.

En el registro del domicilio familiar se les intervino 1.770 dosis de heroína escondidas bajo las baldosas de cerámica de una despensa y que fueron detectadas por un perro adiestrado.

También se les intervino una importante cantidad de dinero, una báscula de precisión y otros útiles para la manipulación y distribución de la droga.

La investigación ha sido llevada a cabo por el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Avilés que han contando con la colaboración de Unidad de Guías Caninos de la Jefatura Superior de Policía de Asturias.