El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la pena de 12 años de prisión impuesta a un hombre de 33 años que enero de 2010 golpeó y agredió sexualmente a la hermana de su novia, a la que forzó en su domicilio de la capital almeriense con un cuchillo, con el que intentó quitarse la vida posteriormente.

La sentencia del Alto Tribunal, a la que tuvo acceso Europa Press, resuelve no admitir a trámite el recurso de casación interpuesto por la defensa del acusado contra el fallo de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería que le condenó como autor de delitos de agresión sexual y de lesiones.

Sostiene el TS, frente a lo argumentado por el procesado, que el tribunal de instancia hizo bien al desestimar que concurriese la eximente incompleta de trastorno psíquico y, por contra, resolviese aplicar la atenuante analógica de alteración psíquica de acuerdo a lo que determinaron los peritos forenses del Instituto de Medicina Legal (IML).

"No se puede deducir ni siquiera de los informes médicos aportados por la defensa que el acusado padeciese un trastorno mental que alterase plenamente la conciencia y voluntad del sujeto, salvo un antecedente por intento de autolisis y una intervención quirúrgica debido a un derrame cerebral, que sólo permite apreciar un trastorno de personalidad derivado de su limitado nivel de inteligencia, así como una conducta impulsiva e irreflexiva", subraya.

Los hechos se remontan a la tarde del 31 de enero de 2010. El procesado, vecino de la barriada de El Alquián, se personó en el domicilio en el que residía la hermana de su novia y a la que le unía una "natural relación de confianza". Cuando ella le dejó pasar, él se abalanzó con intención de satisfacer su ánimo lúbrico y le realizó tocamientos.

La víctima inició un forcejeo para intentar desembarazarse y él la cogió entonces por el cuello y la golpeó en la cabeza con una taza. Aún así, ella logró zafarse y, desnuda, pidió ayuda a través de la puerta sin conseguirlo ya que el acusado la volvió a coger del cabello y la tiró al suelo.

A continuación, el agresor agarró en ese momento la pata de una mesita que se había roto durante la lucha, volvió a pegarle en la cabeza y la arrastró hasta la cocina donde asió un cuchillo, se lo puso en el cuello y la agredió sexualmente en dos ocasiones. Luego, intentó autolesionarse con el mismo arma.

La víctima sufrió numerosas lesiones y precisó tratamiento psicológico y farmacológico por trastorno de estrés postraumático. Sufre además autoestima baja e inadaptación clínica, así como ansiedad y depresión. El procesado no podrá acercarse a ella ni a sus familiares por un periodo de 18 años a menos de 200 metros.

El acusado fue condenado a la pena de diez años y seis meses de prisión como autor de un delito de agresión sexual y a 18 meses de cárcel por un delito de lesiones ya que la Sección Segunda apreció también la atenuante de reparación de daño ya que consigno 5.000 euros para satisfacer la responsabilidad civil aunque el tribunal fija la indemnización global en 33.600 euros.