Para los padres y comerciantes, el ambiente trae droga, delincuencia e inseguridad. «Escupen en los comercios, se orinan y se meten en los coches abandonados», dice Cristina, otra afectada.

Se teme que se creen patrullas urbanas que intenten luchar por su cuenta. Ante la falta de policías, los vecinos protestaron ayer para exigir al Ayuntamiento soluciones contra la prostitución y la inseguridad.

Vecinos y comerciantes, los afectados

Antonio Ruiz. Comerciante, 52 años.

«Me han robado en la tienda cuatro veces.  La primera vez se llevaron 5.000 euros. Hace falta más vigilancia policial. Los llamas y te dicen que en Sevilla siguen con las comisarías de hace 17 años».

María Teresa Fernández. Vecina. 58 años.

Gema de Fátima. Comerciante.

«Estuve amenazada por un mendigo. Me decía que era amigo de gente de las Tres Mil y que si no le daba dinero, me pasaría algo. Las clientas se quejan de que les roban los bolsos y las joyas en la calle».«Se ponen sobre las ocho de la tarde. Santo Domingo de la Calzada y mi calle, Federico Tirado, aparecen cada día llenas de preservativos. Los fines de semana hay muchos coches y no se cortan».