Unos trabajan con mensajes publicitarios y a pie de botellón, «como un Pepito Grillo que te dice antes de consumir: ¿te acuerdas de que lo que vas a hacer tiene riesgos?». Otros han dado un paso más y, ante el ritmo de trabajo actual, acuden a las empresas para acercar a los padres las herramientas que necesitan para educar a sus hijos.

Plan brújula interesante

Llegan al 93% de los colegios, a 17.000 alumnos y 833 profesores. Ocurre en Alicante, y los técnicos de la Junta no salen de su asombro. «¿Cómo lo hacéis?, porque aquí en Castilla y León apenas llegamos al 20%», preguntaba una de las asistentes. «No hablamos tanto de drogas como de hábitos de salud y de valores, para que los chavales aprendan a resistir la presión del grupo y, en su momento, decir no», confirmaba la técnico del plan municipal del Ayuntamiento de Alicante, Concepción López.

Las jornadas continúan hoy con experiencias de Oviedo y muchas notas por tomar.

Experiencias novedosas

Cristina Guardia. Acción Familiar, Madrid.

«Estamos implantando una nueva vía de actuación al trasladar a los centros laborales nuestro programa de formación para padres. Vivimos en una sociedad en la que no hay tiempo, así que contactamos con las empresas, que ceden una parte de la jornada para que los empleados tengan esa formación necesaria sobre cómo prevenir la drogodependencia en sus hijos».

Juan Carlos Peral. Controla Club, Valencia.

«Se innova porque la industria de los malos también lo hace y nosotros tenemos que ir un paso por detrás de ellos. Las drogas son cada vez más complicadas y nosotros trabajamos con mensajes claritos y fáciles de recordar. Si la clave fuera decir ‘no consumas’, el problema se habría resuelto hace tiempo. Nosotros informamos de los riesgos, pero la decisión última es de los jóvenes».