La titular del Juzgado de Instrucción 7 de Figueres (Girona) ha absuelto al joven de Vilajuïga y a los dos guardias civiles que tuvieron un rifirrafe durante un control de drogas y armas porque el joven les habló en catalán todo el rato y los agentes no lo entendían.

Según consta en la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, los hechos denunciados no han resultado acreditados ya que ambas partes ofrecieron versiones totalmente contradictorias y no hay ningún dato objetivo "que permita dar mayor verosimilitud o preponderancia a una versión sobre la otra".

Y es que según la juez, ambas partes concurrieron en "marcadas contradicciones", y no existe ninguna prueba de cargo suficiente que permita atribuir a los denunciados la comisión de los hechos, por lo que considera que lo procedente es dictar un pronunciamiento absolutorio.

El día de la vista oral, el fiscal pidió la absolución para las dos partes por lo mismo, porque las contradicciones de unos y otros no permitieron esclarecer los hechos; por su parte, el abogado del joven Simó C. reclamó que se condenara a los agentes por una falta de maltrato de obra prevista y una falta de vejaciones, mientras que el abogado del Estado, defensor de los guardias civiles, consideró que el joven era autor de una falta de desobediencia y otra de vejaciones.

Los hechos se desencadenaron cuando el joven denunció a los guardias civiles por utilizar malas maneras contra él porque se expresó en catalán y no querer hablar en castellano, una versión que los agentes rechazaron, ya que durante el juicio afirmaron que simplemente le pidieron que hablara más despacio en catalán porque hacía poco que estaban en Catalunya y no entendían todo lo que les decía.