El portavoz de la Confederación General del Trabajo (CGT) en Renault, Unai Hernández, ha advertido de que el precio que la dirección de la compañía ha pedido a cambio de la puesta en marcha en sus plantas españolas de un nuevo Plan Industrial para "mejorar la competitividad" es "muy caro" y ha anunciado que su sindicato propondrá alternativas para que "no salgan siempre perjudicados los trabajadores".

En declaraciones realizadas a Europa Press, Hernández ha reconocido que el Plan "tiene buena pinta", pero ha criticado que la multinacional pretenda "modificar el convenio colectivo".

Entre estas medidas propuestas realizadas por Renault figuran ajustes salariales, ampliación de las categorías de entrada, aumento de la jornada anual de trabajo, reducir los costes asociados a la flexibilidad (pluses: festivos, sábados, noche, etc.) e introducir en el convenio turnos especiales de trabajo (un turno que permita producir los siete días a la semana, turno de fin de semana, etc.).

Frente a ello, CGT aboga por otro tipo de medidas que podrían ir en la línea de disminuir los ritmos de trabajo, incluir la formación dentro de la jornada laboral o eliminación de las horas extra, como ya plantearon durante la negociación del último Expediente de Regulación de Empleo (ERE), aunque Hernández ha puntualizado que su sindicato celebrará asambleas para contemplar la inclusión de más propuestas de cara a las futuras reuniones con la empresa, que ha dado un plazo de un mes para llegar a un acuerdo.

"En los últimos 20 años cada Plan Industrial ha supuesto un recorte de derechos, cada vez que anuncian un nuevo plan nos echamos a temblar, esto no puede seguir así", ha subrayado el portavoz de CGT, quien ha criticado la advertencia del presidente-director general de Renault España, José Vicente de los Mozos, de que otras plantas europeas también podrían estar interesadas en acogerse al plan.

"La empresa siempre juega con eso, con poner la decisión en nuestras manos para que si fracasa parezca que es culpa nuestra", ha lamentado, al tiempo que ha avisado de que si ellos ceden y se bajan el sueldo, "los otros lo van a hacer también", por lo que se ha preguntado "quién va a comprar entonces los coches", ante lo que ha considerado que esta "espiral de competitividad" derivará "en el colapso" y en un "agujero negro".