Esta ha sido la legislatura más corta de la historia de la Generalitat catalana desde que se reinstauró la democracia. Pero algunos diputados han demostrado que dos años escasos pueden dar mucho de sí, con una intensa actividad en el Parlament. Y al contrario, hay parlamentarios que se han limitado a ocupar su escaño y  votar cuando así se lo pedían. Existen casos en los que no han intervenido ni una sola vez, ya sea en el Pleno, en la Diputació Permanent o en Comisión.

Revisando uno a uno el registro oficial de cada diputado del Parlament, se observa cómo una veintena de diputados han llegado a sobrepasar las 500 intervenciones durante la pasada legislatura. En el otro extremo, otra veintena de parlamentarios no han llegado ni a las 30 intervenciones en cualquier mesa de debate.

Gana por goleada, claro está, la presidenta del hemiciclo, Núria de Gispert, que entre intervenciones, llamamientos al voto, ordenamiento del debate y el levantamiento de sesiones, alcanza las 6.106 aportaciones desde el 17 de diciembre del 2010, recién constituido el Parlament, hasta el 2 de octubre de este año, una vez disuelto.

Llama la atención que no sea el presidente de la Generalitat, Artur Mas, el siguiente en la lista con mayor número de intervenciones. Con 723, Mas ocupa el sexto lugar. El segundo, en cambio, es el diputado por ICV Salvador Milà (1.209 en total, 999 de las cuales en Comisión). Les siguen Marina Geli (1.194 intervenciones), del PSC; Antoni Fernádez Teixidó  (921), de CiU; Jordi Cañas (778), de Ciudadanos; y Rafael Luna (723), del PPC.

Ramon Vila d’Abadal, diputado de Unió y alcalde de Vic, encabeza la lista por debajo: no consta ninguna intervención suya durante la legislatura. Precisamente ayer, Vila d’Abadal, que disputó a Duran Lleida el liderazgo del partido, comunicó que no irá a la lista electoral denunciando "intereses internos del partido" y que siempre sean visibles las mismas caras.

Higini Clotas (3 intervenciones), del PSC; Pere Regull (4), Joan M. Sardà (5) y Anna Miranda (7), de CiU, son las voces que menos se han escuchado. En este recuento no se tiene en cuenta el tiempo o el peso de cada intervención.