En este estado de cosas, el área optó por dar un plazo de tres meses (hasta diciembre de 2005) a los establecimientos que se resistían a someterse al control, cuyo fin es velar por que se cumpla tanto el horario de apertura y cierre como el nivel de ruido permitido.
Un año después, el responsable de Medio Ambiente se siente satisfecho por los «buenos resultados que ha dado la primera fase del Plan Jericó», que consistía en lograr que todos los negocios de la ciudad sujetos a la normativa instalasen los equipos que transmiten los registros a una base de datos. «Tanto la Policía Local como los inspectores del área tienen acceso a ella y examinan a diario los niveles de contaminación acústica», añade Mérida.
Pero los hay que aún mantienen un pulso con el Gobierno local. En concreto, son 40 negocios que han sido sancionados por no instalar el módem que permite el control remoto.
Límites
90 y 110 decibelios: Para bares con música y discotecas, respectivamente.
Multas: Pueden llegar a 6.000 euros, pero de media son 1.500 euros.
Un auto que crea precedentes
La sentencia emitida la semana pasada por un juzgado de Granada, que condenaba al dueño de un bar a indemnizar con 21.000 euros a un vecino, ha abierto la veda de las demandas judiciales de afectados por ruidos. Sin embargo, Medio Ambiente confía en que el sistema Jericó evite que se llegue a esos extremos.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios