Más de 60.000 húngaros salen a la calle para pedir la dimisión del gobierno socialista

  • El primer ministro obtuvo el voto de confianza del Parlamento.
  • Los manifestantes fueron convocados por el partido de la oposición.
Miles de húngaros se concentran a las puertas del parlamento (Foto: Efe)
Miles de húngaros se concentran a las puertas del parlamento (Foto: Efe)
Tamas Kovacs/Efe
Miles de húngaros se concentran a las puertas del parlamento (Foto: Efe)

Más de 60.000 personas se reunieron el viernes delante del Parlamento húngaro, en la manifestación antigubernamental convocada por el mayor partido de la oposición conservadora, el Fidesz, con la participación de los dirigentes de la agrupación.

El presidente del Fidesz, Viktor Orbán, había anunciado el lunes pasado que daba 72 horas a los partidos de la coalición gubernamental para que sustituyeran al jefe del Ejecutivo, Ferenc Gyurcsány y, en caso contrario, convocaría una manifestación para la tarde del viernes en la céntrica plaza Kossuth de Budapest.

Nunca estuvimos en una crisis moral y política tan profunda
Orbán dijo ante la multitud que "Hungría nunca será como ha sido hasta ahora. Nunca estuvimos en una crisis moral y política tan profunda".

El político reiteró que los resultados de la elecciones municipales -en las que el Fidesz arrasó al lograr 18 de los 19 condados del país- deberían considerarse como una consulta popular y que el primer ministro "tiene que renunciar".

Mientras, el primer ministro fue ratificado en su puesto por el Parlamento magiar, al recibir el respaldo de 207 diputados de la Cámara de 386 escaños en el voto de confianza al que se sometió el Ejecutivo.

A las puertas del Legislativo, los manifestantes conforme a lo pedido por Orbán, se presentaron con velas, banderas y despertadores, mientras escuchan a los oradores y los conciertos de grupos de música popular que se presentan en el escenario.

Según informaciones de los medios de comunicación locales, los manifestantes llegaron a la capital de todas partes del país, transportados por el Fidesz en autobuses.

 Gyurcsány pide perdón

Gyurcsány, por su parte, pidió perdón a los ciudadanos por haber mentido antes de las elecciones legislativas de abril pasado, para ganar los comicios.

La oposición chantajea a la calle
El primer ministro había dicho que su discurso ante la cúpula del Partido Socialista (MSZP), filtrado a una radio, lleno de
palabrotas y blasfemias, pudo herir a muchos, y reiteró sus disculpas por "el estilo crudo y exaltado".

Respecto a las manifestaciones Gyurcsány declaró que "la oposición chantajea en la calle", en lugar de aceptar los resultados de las elecciones legislativas de 2006, en las que el Partido Socialista venció.

De todas formas Gyurcsány aseguró que el gobierno seguirá adelante con las reformas iniciadas para sanear tanto el déficit presupuestario como la deuda pública, que superan el 10 y el 67 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), respectivamente.

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