Los peritos comparecen este viernes para ratificar o rectificar los informes sobre restos óseos

Acuden la perito de la Policía Científica, el forense Etxeberría y miembros del equipo del Instituto Nacional de Toxicología y la Complutense
El Profesor Y Forense Paco Etxeberria
El Profesor Y Forense Paco Etxeberria
UPV/EHU
El Profesor Y Forense Paco Etxeberria

Los peritos que han realizado los distintos informes sobre los restos óseos de la hoguera de la finca de Las Quemadillas, en Córdoba, comparecen este viernes ante el juez del caso de Ruth y José, los dos niños supuestamente asesinados por su padre, José Bretón, a fin de que rectifiquen o ratifiquen las conclusiones de sus informes.

En concreto, está previsto que acudan los responsables de tres de los cuatro informes elaborados tras el análisis de los restos óseos, dado que el paleontólogo José María Bermúdez de Castro, autor del tercer informe, prestará declaración en Burgos, según ha informado la acusación particular.

De este modo, asistirán la perito de la Policía Científica, Josefina Lamas, que concluyó que los restos eran de animales en los primeros días del caso, si bien diez meses después se ha certificado en otros tres informes que eran de humanos, razón por la que fue destituida.

También estarán presentes el antropólogo forense Francisco Etxeberría, que estudió los restos a petición de la familia materna y determinó que eran de humanos; así como miembros del equipo mixto constituido entre el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses y la Escuela de Medicina Legal y Forense de la Universidad Complutense de Madrid, que concluyó que los restos eran "inequívocamente" humanos y de menores.

Mientras, Bermúdez de Castro, a quien la Policía pidió otro informe al conocer el de Etxeberría, determinó que los restos encontrados pertenecían a un menor de unos seis años, edad de Ruth en el momento de los hechos.

Estos tres informes, a la espera del que realiza el Instituto de Medicina Legal de Galicia en Santiago de Compostela para intentar hallar ADN en los restos óseos de la hoguera, han supuesto un giro en la investigación tras diez meses con el primer informe de la Policía Científica, en el que se descartó que los restos fueran humanos para concluir que eran de animales.

Además, este giro en el caso ha conllevado una nueva imputación para Bretón, como es la supuesta comisión de dos delitos de asesinato con alevosía y la agravante de parentesco, teniendo en cuenta que permanece en prisión desde el 21 de octubre de 2011 por sendos delitos de detención ilegal y simulación de delito.

"quemó los cadáveres"

Cabe destacar que en el último auto, por el que se imputa al padre de los niños los dos delitos de asesinato, el juez argumenta que Bretón, "tras matar a sus dos hijos, lo más probablemente al llegar a la parcela", en Las Quemadillas, y sin que se pueda establecer la forma en la que lo hizo, "trató de hacer desaparecer sus cadáveres quemándolos en lo que diseñó como un auténtico horno o pira funeraria", sobre "un fondo de leña de olivo en forma más o menos rectangular", en la que supuestamente colocó "los cuerpos de los dos menores". Algo que, según el togado, está "demostrado empíricamente".

Asimismo, relata que "los cuerpos estarían posiblemente cubiertos por una sábana o cortinas de las que no se encontraron en los registros; muy probablemente José vertería importantes cantidades de gasoil sobre los cuerpos o sobre la leña, con miras a conseguir que la hoguera alcanzara elevadísimas temperaturas durante un prolongado espacio de tiempo". Cabe recordar que los agentes comprobaron en la investigación que Bretón compró unos 140 litros de gasoil antes de acudir a Córdoba el 7 de octubre.

Posteriormente, "sobre la pira, José colocaría la estructura metálica de mesa de forma rectangular que se encontró junto a la hoguera en el primer registro", y agrega que "la mesa serviría de parapeto, sobre el que posiblemente descansaría una especie de plancha o montículos que hicieran concentrar aún más el calor", con el fin de actuar, en palabras del juez, como si fuera "un horno".

Cuando Bretón calculó que "la incineración pudiera haber tenido finalmente lugar (el volumen de la ceniza y la existencia de ascuas impediría un análisis concienzudo) retiraría la mesa y el material utilizado de parapeto, consiguiendo de este modo, posiblemente con la ayuda de ropas sintéticas o simplemente por oxigenación provocada por la retirada de obstáculos, o manipulación de ascuas, que la llama se avivara en el entorno de las 17,14 horas". Precisamente, los técnicos del Infoca alertaron sobre esa hora de una columna de humo, procedente de la zona de la finca.

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