Mario Draghi defiende ante una Angela Merkel escéptica su plan de compra de deuda

  • Mario Draghi explicó su propuesta en primer lugar a Angela Merkel y luego en la Jornada de la Industria Alemana.
  • El presidente del BCE enfatizó en varias ocasiones que su plan es una medida "puente", no un sustitutivo de otras medidas.

Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), defendió este martes ante una desconfiada canciller alemana, Angela Merkel, su plan de compra de deuda soberana como una medida que sirva de puente para estimular la recuperación de la zona euro mientras los ajustes y reformas dan su fruto.

Draghi recurrió a su mejor retórica para explicar su propuesta primero a Merkel, en una reunión de hora y media a puerta cerrada, y luego en la Jornada de la Industria Alemana, ante la patronal alemana, dentro de lo que se percibe como una ofensiva diplomática del italiano para atajar las suspicacias germanas.

"Buscamos que el crédito bancario fluya, buscamos una buena transmisión de la política monetaria. No (buscamos) financiar a gobiernos", afirmó en su discurso ante los empresarios, que hizo la vez de comparecencia pública ya que no hubo rueda de prensa en la Cancillería.

Agregó que su propuesta busca "eliminar miedos infundados" sobre el futuro de la eurozona, unos temores que distorsionan los tipos de interés en el seno de la Unión Económica y Monetaria (UEM).

"Teníamos dos opciones. O no hacer nada, aceptar la situación y que la política monetaria quede afectada, o tomar medidas. Y nos decidimos por la segunda", explicó ante los empresarios el presidente del BCE, que recalcó el coste de no actuar.

Draghi enfatizó en varias ocasiones que su plan es una medida "puente", no un sustitutivo, que se implementa mientras se aplican y dan fruto las medidas de "consolidación fiscal" y "mejora de la competitividad", y que Berlín defiende como solución a la crisis.

Lo "más importante" es que en los países miembros más afectados por la crisis se estén "tomando medidas para atajar la raíz de la actual crisis", ya que cualquier "intervención" tiene que ir acompañada de "condicionalidad" para que sea "creíble y efectiva".

El presidente del BCE reconoció no obstante que su plan tiene riesgos, como ha señalado públicamente el Bundesbank (banco central de Alemania), adalid de la lucha alemana contra su proyecto, y que él "en gran medida comparte".

Sin que aún se haya puesto en marcha su proyecto de compra de bonos soberanos, Draghi se mostró optimista en cuanto a sus "efectos positivos", en referencia a las notables caídas de las primas de riesgo de las deudas de España e Italia.

Por último, aplaudió la aprobación del pacto fiscal y los avances hacia la unión bancaria, donde el BCE jugará un papel esencial como supervisor financiero único.

Éste fue el otro gran tema en torno al que giró su encuentro con Merkel, según indicó el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, de cara a la cumbre europea del próximo octubre.

La propia canciller expresó esta mañana también en la Jornada de la Industria Alemana sus dudas de que el BCE pueda empezar a supervisar al sector financiero de la eurozona a comienzos del año que viene, como propuso la Comisión Europea.

Merkel reiteró que está "a favor de la unión bancaria", pero que hay que ir "paso a paso" y no crear algo "rápidamente" por el hecho de tenerlo y que luego se muestre ineficaz.

"Muchas veces hemos dicho cosas en Europa que luego no hemos sido capaces de cumplir", dijo.

La canciller considera que el BCE no puede abarcar a un sector tan grande tan rápido, una postura que afecta directamente a España, porque sólo cuando se haya instaurado una autoridad financiera podrán ir los fondos de rescate directamente a la banca.

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