El policía local detenido por la muerte de la abogada sigue en la UCI pero evoluciona favorablemente

El juez podría decidir prorrogar el plazo de 72 horas para su puesta a disposición judicial, que finaliza este lunes

El policía local de Granada que fue detenido este viernes por su presunta responsabilidad en la muerte de la abogada granadina Rosa Cobo Román, cuyo cuerpo sin vida fue hallado este jueves en el maletero de su coche en el Camino de las Vacas, en Granada capital, sigue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Virgen de las Nieves tras ingerir una alta dosis de barbitúricos, aunque evoluciona favorablemente.

Así lo han indicado a Europa Press fuentes sanitarias, que han señalado que este hombre, que fue primeramente trasladado al Hospital de Guadix (Granada) tras su detención en el municipio granadino de Purullena, sigue requiriendo de ventilación mecánica.

De otro lado, fuentes policiales han subrayado que a mediodía de este lunes se cumple el plazo máximo de 72 horas previsto para que un detenido pueda ser puesto a disposición judicial, en el cual no se prevé que este paso pueda darse por el estado médico del encartado.

Así, las fuentes consultadas han recalcado a Europa Press que en el caso de que se agote dicho tiempo sin que el detenido, que está ingresado con custodia policial, reciba el alta, el juez podría prorrogar el plazo en otras 72 horas.

Un antiguo cliente de la letrada

El arrestado es un antiguo cliente de la letrada con el que había tenido ya problemas anteriores de "acoso", y que presuntamente había llegado a incendiar el coche de la mujer.

En concreto, en 2010, el hombre, al que la letrada le había llevado un asunto familiar —al parecer relacionado con la custodia de los hijos— tras la separación de la mujer presentó una queja contra ella por su actuación, con la que no estaba de acuerdo, pero el expediente —el único presentado contra ella en toda su carrera— fue archivado un año después por el Colegio de Abogados de Granada "al carecer absolutamente de razón", según el decano, Eduardo Torres.

Tras ello, la abogada, que actualmente estaba colegiada por Madrid, llegó a pedir "amparo" al Colegio de Granada y a ser relevada de su obligación de secreto profesional para defenderse en un proceso judicial que se había abierto después de que ella hubiera interpuesto "varias denuncias" contra este cliente anterior.

Según el decano, la mujer, penalista y además especialista en asuntos de familia y violencia de género, separada y con dos hijas, estaba sufriendo una serie de episodios de "acoso" por parte de este hombre, del que sospechaba que le había quemado el coche, y mostró personalmente su "preocupación" ante Torres.

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