La Policía Nacional ha detenido a un marroquí de 27 años considerado como uno de los "cabecillas" de una red que supuestamente se dedicaba a introducir ilegalmente a inmigrantes de Argelia en Melilla, en concreto el 85 por ciento de un total de 265 ciudadanos argelinos que han entrado en los últimos meses en la ciudad española del Norte de África con documentación falsa simulando ser marroquíes.

Según ha informado un portavoz de la Jefatura Superior de Policía, el arresto se ha producido dentro de la denominada "Operación Tigre" y se le acusa de un red que habría cometido varios delitos, entre ellos "falsedad documental", "contra los derechos de los ciudadanos extranjeros" y de "asociación ilícita".

La intervención ha sido materializada por funcionarios del Grupo Ucrif (Unidad Central contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales), deteniendo a este ciudadano marroquí de 27 años que portaba un pasaporte marroquí falsificado a nombre de otra persona.

Además, los agentes comprobaron que estaba reclamado judicialmente después de que en el mes de mayo la Sección la Sección 7 de la Audiencia Provincial de Melilla dictara una orden de búsqueda, detención y su ingreso en prisión.

Según la citada fuente, el arresto se enmarca dentro de las investigaciones encaminadas a la desarticulación de una organización dedicada supuestamente a introducir ilegalmente ciudadanos argelinos en Melilla, haciendo uso de documentaciones falsas. Esta red, formada por ciudadanos argelinos y marroquíes, tiene una estructura jerarquizada, asumiendo cada uno de sus miembros un rol dentro de la misma.

Asimismo, ha explicado que la actuación de dicha organización se ha extendido a ambos lados de la frontera entre Melilla y Marruecos y también de la de Argelia con Marruecos. "La captación de sus víctimas, a las que exigían grandes sumas de dinero, se ha producido en las localidades marroquíes de Farhana, Beni Enzar y Oujda; así como en las ciudades argelinas de Maghnia, Orán y Afhir".

La Policía Nacional estima que, en el momento de la desarticulación de esta organización, ésta había introducido ilegalmente aproximadamente el 85 por ciento de un total de 265 ciudadanos argelinos que se han introducido ilegalmente en Melilla, en concreto 225.

Los delitos que se imputan a los distintos miembros de esta red, entre los que se encuentra el detenido, son Contra los Derechos de los Ciudadanos Extranjeros, tipificado según el actual Código Penal con una pena de hasta 8 años de cárcel y de Falsedad Documental con pena de hasta 6 años de cárcel. Estos ilícitos penales se ven agravados en este caso por el delito de Asociación Ilícita, al tratarse de una organización jerarquizada con distribución de funciones entre sus miembros.

Las investigaciones han sido llevadas a cabo por la Ucrif, de la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Jefatura Superior de Policía de Melilla.