El alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, cree que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) deberá volver a someterse a aprobación por el Pleno de la Corporación, lo que "empieza a ser un chiste de mal gusto".

De este modo, el plan, en principio, no se aprobaría definitivamente a final de mes, con la publicación en el Boletín Oficial de Cantabria, tal como ha afirmado este viernes el consejero de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Urbanismo, Javier Fernández.

De la Serna se ha pronunciado así a preguntas de la prensa tras conocer que la ponencia técnica de la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (CROTU), celebrada este viernes bajo la presidencia de Fernández, haya señalado la necesidad de introducir una "corrección técnica" en el PGOU en atención a un informe vinculante de Aviación Civil.

El regidor ha subrayado que, si eso fuera así, "probablemente" el Ayuntamiento estaría "obligado" a someter el Plan de nuevo al Pleno para que esta modificación tenga garantía jurídica.

Un hecho que "no estaba dentro de nuestras previsiones ni podíamos llegar a esperar", ha reconocido, si bien acto seguido ha apelado a la "prudencia", a esperar a ver "con qué términos" se aprueba en la CROTU el próximo lunes 17.

Sin embargo, ha avanzado que si el pronunciamiento de la Comisión Regional va "en la línea de la ponencia", no se trataría de "hacer unas modificaciones para mandar al Boletín" sino que "hay un paso intermedio, que es la aprobación de las modificaciones en el seno de la Corporación municipal, que se hace en el Pleno, salvo que los servicios jurídicos y técnicos indiquen lo contrario", ha remarcado.

"Pero todo parece apuntar a esa obligación, a tener que someter el PGOU, ya no recuerdo por qué vez, al Pleno". "¡Válgame Dios!, ya llega un momento en que hay que aprobarlo definitivamente", ha declarado.

El alcalde también ha asegurado que los cambios se harán "y con toda la celeridad del mundo", aunque ha insistido en que "habría que someterlo al Pleno", algo que "no encaja" con los plazos ofrecidos este viernes por la CROTU. "Y someter de nuevo el PGOU al Pleno empieza a ser un chiste de mal gusto", ha apostillado.

Y es que desde el municipio se ha hecho "todo lo que había que hacer y más en este proceso", y alargarlo ahora —después de siete años de tramitación— es "algo que no esperábamos".

"Andar ahora con modificaciones sobre lo enviado lo único que va a suponer es tener que aprobar las modificaciones, y ya va siendo hora de que aprobemos definitivamente, sin más consideraciones, lo que es un documento absolutamente trascendental para la comunidad autónoma", ha instado.

Plazos que no son

El proceso a seguir en el caso de que la modificación deba ser aprobada por el Pleno pasa por recibir el informe de la CROTU; que el Ayuntamiento se dirija al equipo redactor para que incorpore las modificaciones; que los servicios técnicos municipales informen sobre la inclusión de las modificaciones y su adaptación a las consideraciones de la CROTU; y la aprobación formal en el Pleno tras pasar por la Comisión municipal de Urbanismo. Posteriormente se remitiría al órgano correspondiente para su remisión al BOC.

Por eso, el alcalde ha subrayado la necesidad de trasladar a la opinión pública "cómo son las cosas en realidad". "No se puede decir que el lunes se pronuncia la CROTU y que se manda al boletín para su publicación definitiva. A nosotros nos parece inicialmente que esto no es así, que estas modificaciones obligan al Ayuntamiento a realizar pasos previos importantes, entre ellos, presumiblemente la aprobación en el Pleno".

"Así, en el próximo Pleno deberá figurar un punto en el orden del día que se llame 'aprobación definitiva del PGOU', algo que empieza a ser tan habitual como la 'dación de cuenta de las resoluciones de la Secretaría General'", ha ironizado.