Cárcel por empujar a los médicos que atendieron a su padre, que se tuvieron que encerrar en una habitación

La Audiencia de Cantabria ha condenado a un hombre a un año de cárcel por un delito de atentando en concurso con otro de lesiones ya que está acusado de insultar y empujar a los médicos que acudieron en una UVI móvil al domicilio para asistir su padre, con el que se vieron obligados a encerrase en una habitación para poder asistirle oportunamente ante las amenazas que les propinaba.

La Audiencia de Cantabria ha condenado a un hombre a un año de cárcel por un delito de atentando en concurso con otro de lesiones ya que está acusado de insultar y empujar a los médicos que acudieron en una UVI móvil al domicilio para asistir su padre, con el que se vieron obligados a encerrase en una habitación para poder asistirle oportunamente ante las amenazas que les propinaba.

Según la sentencia, que desestima un recurso de apelación interpuesto por el acusado, F.H.C., y confirma por tanto un fallo emitido por el Juzgado de lo Penal número 4 de Santander, los hechos ocurrieron en octubre de 2009 en la calle Madrid de la capital cántabra.

Sobre las 15.15 horas del día 23 el acusado se encontraba en el exterior del edificio en el que residía su padre, esperando la llegada de una UVI móvil del servicio de emergencias del Servicio Cántabro de Salud (SCS).

Cuando llegó al lugar la dotación, compuesta por un médico, una enfermera y un camillero, el acusado profirió insultos y expresiones como "mirar a qué hora llegáis" o "si se muere mi padre os voy a matar", al tiempo que propinaba golpes a la ambulancia y levantaba los brazos.

El hombre continuó con esta actitud durante todo el trayecto de los médicos por las escaleras del inmueble, desde el portal al cuarto piso, dando golpes en la balaustrada de la escalera. A la altura del segundo piso, dio un fuerte empujón a la enfermera, a la que provocó contusiones de las que tardó en curar dos días no impeditivos.

Dentro de la vivienda, como el acusado prosiguió con su actitud, ante el temor de volver a ser agredidos y con el objetivo de atender de forma adecuada al paciente, el equipo se encerró en una habitación con el enfermo, mientras los familiares del acusado trataban de tranquilizar a F.H.C.

Por todo lo anterior, ha sido condenado a un año de cárcel por un delito de atentado en concurso con una falta de lesiones.

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