Muchos de estos locales han optado por cerrar durante el día y abrir tras la puesta de sol, que es cuando se rompe el ayuno. Otros tantos cierran todo el mes, ya que no les sale rentable abrir durante el día, por el poco público que hay, ni por la noche, porque no pueden contratar a más gente para poder abrir hasta altas horas de la madrugada.

20 minutos visitó algunos de estos restaurantes situados en el barrio de San Andrés, junto a la estación de autobuses, y pudo comprobar el buen ambiente que se vive en estos locales. A partir de las 20.00 horas, aproximadamente, empiezan a servir la comida y los bares se colapsan de forma permanente hasta las cuatro y media de la mañana. Las carnicerías y tiendas de comestibles árabes también modifican sus horarios en esta época: suelen abrir y cerrar unas dos o tres horas más tarde de lo habitual.

«Los musulmanes nos levantamos de madrugada, tomamos el almuerzo previo a la aurora y bebemos algo para preparar el ayuno. Dejamos de comer y de beber al amanecer.

urante el día no se permite comer ni beber ni actividad sexual alguna. El musulmán debe seguir estrictamente el código moral islámico. De lo contrario, se violarían los requisitos del ayuno», explicó a 20 minutos el presidente de la Federación Islámica de la Región de Murcia, Mbarek Demouche.

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Lo más sabroso del mes de ayuno

El ramadán trae consigo una extensa lista de platos típicos y postres, que, como marca la tradición, sólo se pueden degustar por la noche durante esta época del año. Los platos más típicos son el harivas (sopa de verduras), mslmen (pan de pita dulce), carne de ternera y de pollo a la brasa... También cuentan con una larga lista de postres, entre ellos destaca el chadaksal (rollos de harina y miel), dátiles dulces y pastas de almendras y miel. Para terminar, es costumbre visitar un cafetín y disfrutar de un té.