Llevan 5 años cogiendo el bus y lo tienen claro: «Una buena universidad depende de un buen servicio de transporte público». Y más si hablamos de la Olavide, donde no se puede llegar ni andando ni en bici. «Hace falta  tren, metro y mejores combinaciones de autobús», coinciden.

Llevamos diez minutos charlando cuando llega el 36. Parece que cumple sus horarios. «Es porque llevamos pocos días de clase, no estamos todos, y todavía no hay mucho tráfico», explica Áurea, que cada mañana vive una odisea para coger el autobús. «Lo cojo en Alcampo y va hasta los topes, así que veo pasar uno tras otro».

Los novatos

No todos los estudiantes tienen tanta experiencia. Kenyi y Jaime están en primero de INEF. Llevan 3 días cogiendo el 36 y están encantados: «No hay que esperar mucho y va rápido. Lo malo es que va a reventar». Jaime es de Almería y dice que allí las líneas de bus funcionan peor. Mientras hablamos se ha formado una enorme cola de estudiantes que esperan al sol.

Una línea en la frontera

El 36 termina su recorrido justo en la frontera entre Sevilla y Dos Hermanas. Según los estudiantes, esto les perjudica, ya que es el motivo de que el autobús no se adentre en la Universidad y los deje a un kilómetro de los edificios. Si el autobús cruzara este límite, dejaría de ser transporte urbano y pasaría a ser metropolitano.

Cuéntanos tu caso

Escríbenos a nosevendesevilla@20minutos.es, por fax 954 500 542 o por correo  a plaza del Duque, 1, 3º, módulo 4, 41002, Sevilla.

LÍNEA 36

Recorre  15 km, desde el prado hasta la olavide w Durante el trayecto de ida y vuelta hace 30 paradas w En 2005, la utilizaron más de un millón de viajeros, un 3% más que en 2004 w En los 365 días del año dio 26.000 vueltas w Tiene una frecuencia de paso de 6 minutos w La línea cuenta con 9 coches