La empresa Andros, con sede en Arenas de Iguña, ha incorporado en el último mes a dos nuevos trabajadores de la antigua Papelera del Besaya, dentro del plan de recolocación para esta compañía que sufrió varios expedientes de regulación de empleo y que cerró tras un accidente que afectó a su estructura.

Andros, es junto a Fermacell y el Grupo Bravo, una de las empresas que mostró interés en partipar en este plan de recolocación de los trabajadores de Papelera del Besaya.

De momento, son cinco ya en total los empleados de la fábrica de Torrelavega recolocados en Andros, según ha informado a Europa Press Antonio Abascal, representante de UGT, que ha puntualizado que aún quedan unos 50 trabajadores de Papelera pendientes de la recolocación.

Asimismo, ha criticado que las cinco personas que optaron por acogerse al autoempleo, una de las fórmulas que se les planteó desde el Gobierno de Cantabria, aún no han percibido las ayudas económicas comprometidas.

Estas se convocaron el pasado mes de julio y, según ha señalado Abascal, "a día de hoy no hay" pese a que desde el Gobierno se dijo que se les iba a dar prioridad y los interesados, que tienen "mucha necesidad", ya han presentado al Servicio Cántabro de Empleo la documentación sobre sus proyectos, ya definidos.

En concreto, las ayudas, aprobadas por el Gobierno y publicadas en el BOC, ascienden a 100.000 euros y se dirigen a los trabajadores afectados por el ERE de Nueva Papelera del Besaya que hayan optado por el autoempleo como fórmula de inserción laboral, para financiar el establecimiento como trabajador por cuenta propia o autónomo y los costes de mantenimiento en el Régimen Especial de Autónomos (RETA).

Se trata de ayudas de carácter singular por las especiales características de los beneficiarios con un límite máximo de 10.000 euros por persona en cada uno de los conceptos, el establecimiento y el mantenimiento en el RETA.

De forma paralela, los trabajadores están acudiendo periódicamente a los plenos municipales de Torrelavega para recordar su situación, reclamar sus recolocaciones y pedir que se dé utilidad a los 400.000 euros previstos para formación que se incluyeron en los acuerdos.

Mientras, los trabajadores de Papelera que fueron recopilados en el Grupo Sonkyo, afectado por un ERE, han sido trasladados entre las distintas compañías que tiene el grupo en función del trabajo que este tenga, para evitar mayores impactos del expediente.