Entre ellos, el de las viviendas proyectadas. En total, se han dibujado sobre suelo protegido unas 50.000, entre los términos de Atarfe, Albolote, Monachil, Gójar, Las Gabias, Santa Fe y Dílar.

«Amenaza ecológica»

A esta lista hay que sumar la decena de campos de golf que las localidades tienen previsto ubicar en la vega, unas infraestructuras de «gran impacto» que suponen «una amenaza ecológica», en palabras del portavoz de la plataforma Salvemos la Vega, Francisco Cáceres. El debate se cierne ahora sobre los usos que se le quieren dar a estas parcelas, sobre las que existen inumerables figuras protectoras que no han frenado «las construcciones ilegales», dice Cáceres.

De hecho, faltan manos para contar las viviendas levantadas sobre suelo protegido y «recalificado después en otros planes».

En la capital hay más de 1.000, cerca de un millar en Albolote y más de 300 en Churriana. En La Zubia se levanta un polígono industrial y en Vegas del Genil «arrasaron» con más de dos millones de metros cuadrados.

Este currículo ha puesto en el punto de mira la gestión de los alcaldes. Por ello la plataforma (formada por 41 colectivos) exige al presidente de la Junta, Manuel Chaves, «más control sobre los ayuntamientos». Veremos qué ocurre.

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Un pulmón verde en las afueras

La vega se protege definiendo los usos. Es la tesis del grupo municipal socialista. Su portavoz, José María Rueda, insta a los municipios de la zona sur a que renuncien a parte de esos terrenos para crear un gran pulmón verde, «un Central Park» granadino. Para el resto, aconseja definir los usos «lúdicos, agrarios o de turismo rural, pero nunca urbanísticos». El grupo municipal de IU comparte la idea y aboga por crear una agencia de desarrollo metropolitano y un plan de dinamización de la zona.