Hollande cumple 100 días en el Elíseo con algo menos de popularidad por la crisis

  • Las encuestas revelan que Hollande ha perdido la confianza de en torno a la mitad de la población francesa.
  • En los próximos meses se conocerán los datos sobre el PIB y los posibles ajustes para afrontar la crisis.
  • Las medidas de ajuste desafiarán las promesas electorales del Ejecutivo.
Los seguidores del ya presidente francés François Hollande aúpan a su líder en un acto previo a las elecciones en las que finalmente resultó vencedor.
Los seguidores del ya presidente francés François Hollande aúpan a su líder en un acto previo a las elecciones en las que finalmente resultó vencedor.
GTRES
Los seguidores del ya presidente francés François Hollande aúpan a su líder en un acto previo a las elecciones en las que finalmente resultó vencedor.

El presidente francés, François Hollande, cumple este martes 100 días desde su toma de funciones, con su popularidad algo mermada por las dudas sobre su capacidad de afrontar una crisis que se está mostrando más profunda que el escenario contemplado oficialmente.

Aunque su nivel de popularidad es aceptable, la última de las encuestas periódicas del instituto demoscópico TNS Sofres lo cifra en un 55%. Otro estudio de Ifop para el diario conservador Le Figaro muestra que un 51% de los interrogados están descontentos con su acción en estos tres últimos meses, y un 46% satisfechos.

De cara al futuro, ese escepticismo queda corroborado con un 51% de los franceses que no tienen confianza en él para encontrar soluciones a la crisis de la zona euro con los otros países de la moneda única, un 60% que lo ve incapaz de reducir la deuda y el déficit público, y un 62% que no espera que luche eficazmente contra la inmigración clandestina.

El jefe del Estado francés, que ayer celebró su 58 cumpleaños en el Fuerte de Bregançón, en la Costa Azul (sureste de Francia), donde pasa unos días de vacaciones, podría volver a París a finales de semana para preparar el primer Consejo de Ministros tras la pausa estival el próximo 22 de agosto. Pero antes de eso se conocerá una cifra que va a pesar sobre su acción en los próximos meses, y en particular sobre la posibilidad de ajustes: los datos del Producto Interior Bruto (PIB) del segundo semestre que se hacen públicos este martes.

Las perspectivas no son buenas, sobre todo porque la semana pasada el Banco de Francia en sus anticipaciones indicó que el país está entrando en recesión este verano, ya que ha calculado que el PIB bajó una décima en el segundo trimestre y hará otro tanto en el tercero.

El Gobierno francés tuvo que corregir a la baja sus previsiones económicas a comienzos de julio tanto para este año (espera un crecimiento del 0,3% en lugar del 0,4% anteriormente) como para el próximo (subida del 1,2 % frente al 1,7 % anteriormente).

Si se confirman los augurios del Banco de Francia, el Ejecutivo probablemente tendrá que volverlas a modificar y traducirlo en medidas de ajuste que desafiarán las promesas electorales, y en particular la de hacer reposar los esfuerzos sobre los más ricos, que ha sido la línea en las decisiones tomadas antes de las vacaciones.

Hollande encuentra también una oposición de derechas que se reaviva, con críticas cada vez más directas a su acción en el conflicto sirio, la semana pasada por boca de su antecesor en el cargo, Nicolas Sarkozy, y este lunes del exprimer ministro, François Fillon.

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