Mathew y Amelia

Son pareja, o «algo parecido». Tienen 27 años y trabajan en Madrid, donde se conocieron una noche «de fiesta». Coinciden en una cosa, «fue amor a primera vista».
Mathew y Amelia.
Mathew y Amelia.
Mathew y Amelia.
Estaban en la exposición de la ONU, en el Campo Grande. Llevaban dos mochilas que permitían adivinar que iban de viaje. Sin embargo, volvían de Lille (Francia), de donde es Mathew. Las vacaciones se acabaron y Madrid  y un bus los esperaba. «Vinimos hasta aquí en avión al ser más barato».Mathew habla de Amelia

Su energía es fantástica. Tiene una gran vitalidad. Eso  creo que fue lo que más me llamó la atención de ella.

El primer día que la vi dije: «parece mala», pero luego ya se abrió más y me cautivó su forma de ser.

A veces, su excesiva energía se vuelve en contra y me pone nervioso.

La encanta el yoga y salir de fiesta con sus amigas. También le gusta mucho leer.

Me dejaría por una película, sobre todo si es antigua. La que más le mola es El último tango en París. Está enamorada de Marlon Brando.

Amelia habla de Mathew

Lo que más me gusta de él es su sentido del humor. Siempre y a todas horas está buscando gracias para decir.

En cuanto lo vi, me gustó. Lo conocí a través de un amigo común. Nos entendíamos con gestos.

Es hiperactivo y eso me pone mala. Siempre busca mil cosas para hacer y entonces no se concentra tanto en mí.

Los ordenadores le flipan, bueno le vuelven loco. Seguro que por una concentración de Linux me abandona. ¡Ah!, y por una fiesta con música electrónica.

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