La Escuela Oficial de Idiomas es una de las opciones más baratas. «El 40% de los alumnos son erasmus, pero también hay profesionales e inmigrantes», aseguran. Los alumnos de los Estados Unidos y de países asiáticos prefieren, en cambio, aprender el idioma en la Fundación General de la Universidad, entre otras cosas, porque les convalidan los créditos en sus facultades. Eso sí, les sale un poco más caro, puesto que todo un curso ronda los 2.115 euros.

Por libre y por necesidad

Los centros privados son otra opción no mucho más cara que la Universidad. En Castilla y León se calculan unas 52 academias de idiomas, aproximadamente ocho de ellas en Valladolid. Sus alumnos proceden fundamentalmente de Europa y suelen ser profesionales que utilizan el español para mejorar en sus trabajos.

Menos pretensiones tienen los que acuden a asociaciones como Rondilla o Procomar. Inmigrantes que aprenden el nivel básico, con el fin de integrarse y tener mejores opciones de empleo.

La Escuela oficial. Lo más barato

Cuesta 50 euros cada curso. Los más numerosos son los brasileños y los alemanes. Un 40% de los matriculados son erasmus. Este año hay 225 plazas. Desde el año 2000 han formado a 700 alumnos. Inscripciones hasta el 29 de septiembre.

En la universidad, zona Erasmus

Un curso completo de 420 horas vale hasta 2.115 euros. Un intensivo de un mes, 440. Americanos y asiáticos se llevan la palma; hay muchos brasileños. Son sobre todo estudiantes. Tienen una media de 1.600 alumnos al mes.

Acdemias privadas, grupos reducidos

Un curso de dos semanas oscila entre 200 y 330 euros. 10 horas semanales durante 3 meses, unos 850. La mayoría de alumnos son europeos, trabajan en grupos reducidos de 10 personas y se trata sobre todo de profesionales.

En asociaciones para inmigrantes

Asociaciones como La Rondilla facilitan cursos para quienes se apunten. Son gratuitos y en horario de mañana y de tarde. Grupos reducidos de nivel básico. Sobre todo, marroquíes, brasileños, búlgaros y pakistaníes.

Cultura a base de excursiones

Tanto academias como centros oficiales complementan  las actividades formativas con viajes y excursiones que añaden al aprendizaje del idioma los conocimientos sobre la cultura española. La ruta de los castillos y la del vino son los ejemplos más cercanos.