Una joven húngara, de 27 años, se ha liberado después de haber vivido durante 13 años como prisionera de su padre, que la violó repetidas veces, informó el diario local Blikk.

El periódico señala que la muchacha fue encerrada con 14 años en casa de sus progenitores, donde tuvo que sufrir la agresión de su padre, que también pegaba a la madre, enferma.

Los colegas de Lombos fueron llamados a la casa después de que la madre enfermara, y allí encontraron a la joven, cuyo padre había muerto antes.

La muchacha sigue viviendo sola en su casa y los miembros del servicio social la visitan todos los días, pero "tiene miedo a todas las personas y no soporta visitas de más de 15 minutos".

La prensa ha llegado a llamarla la "Natascha magiar", en alusión al caso de la austriaca Natascha Kampusch, que vivió ocho años secuestrada en un sótano.