El nuevo delegado de Cáritas en Burgos, Óscar Moriana, se incorpora estos días a su labor en la sede diocesana de la institución tras haber sido nombrado el pasado mes por el Arzobispo de la Diócesis, y centrará su trabajo en la promoción del voluntariado, el análisis de los procesos de exclusión, la cercanía a los no atendidos y el impulso del trabajo en equipo.

Moriana ha estado relacionado con Cáritas desde hace años a través del programa de formación y voluntariado y el equipo de secretaría de dirección, hasta que finalmente ha tomado el relevo de Andrés Picón, según ha informado la organización a Europa Press.

Su primera toma de contacto con el personal ha consistido en la elaboración de una carta interna de presentación, y además se ha hecho cargo de la situación de diversos centros y la programación general que cada año se prepara con la aportación de todos los agentes.

El nuevo delegado continuará con su labor como párroco de Lerma (Burgos), tarea que combinará con el "apoyo" del actual equipo de dirección y los distintos órganos de corresponsabilidad como la Mesa de Programas.

En su nuevo cargo, Moriana "pretende" continuar con la gestión ejercida por su antecesor que además de "mejorar" la viabilidad económica de Caritas, profundizó en los instrumentos de acompañamiento e intervención con las personas excluidas y "prolongará" las relaciones de colaboración con diversas instituciones públicas y sociales.